El día que estuve en Overbooking. O la importancia de hacer el check-in online

Escribo este post desde el avión de Vueling en el que casi-casi-casi no entro. Y no por llegar tarde, como me ha pasado alguna otra vez; esta vez había overbooking. Con un billete comprado hace 5 meses. Para mí, una injusticia total.

Al final he entrado en el avión, pero en el momento en el que nos han informado me he sentido tan perdida, que me he decidido a escribir en este post qué es el overbooking, cómo evitarlo y qué hacer en caso de estar afectado. ¡Ojalá que os sirva a algunos para evitar estar en esta situación de overbooking!

Hablando con azafatas/os y afectados por la misma razón he aprendido algunas cosillas durante la espera en el aeropuerto. Un breve resumen:

  • Haz siempre el check-in online. Aunque veas que no te sientas al lado de tu compañero/a.
  • Por si las moscas, llega siempre con bastante antelación al aeropuerto. Sobre todo si no has podido hacer el check-in online (podría ser por overbooking).

1. Haz siempre el check-in online. Siempre.

Para empezar, las compañías aéreas SIEMPRE suelen vender más billetes de los que tienen, porque saben (o piensan) que muchos no vendrán (llegarán tarde, se perderán en el aeropuerto, olvidarán que tenían un vuelo o vete a saber). El problema llega cuando toda la gente del vuelo confirma que vendrá y hay algunos que ya no caben. Ahí hay overbooking.

Y ahí está la clave para evitar quedarse en tierra cuando hay overbooking: tener hecho el check-in online. Hasta hoy pensaba que el check-in online servía solo para asignar un asiento, y que en caso de overbooking se tenía en cuenta la web de venta del billete y la fecha. Pues iba bien equivocada. Solo se tiene en cuenta que hayas “confirmado” que vendrás a este vuelo: es decir, que hayas hecho el check-in online unos días antes.

¿Por qué no lo hice yo? Porque volaba con otra compañera de trabajo que iba con un bebé. Y como sé (por otros vuelos con bebés que he hecho) que a las mamás con bebés no les dejan hacer check-in online sino que tienen que pasar por mostrador de facturación, pensé que ya puestos mejor ir directamente todos juntos al mostrador y así de paso nos sentaban juntas. ¡Meeeeec, error! Se ve que tendría que haber hecho el check-in online para confirmar que voy a coger ese vuelo y luego, si eso, presentarme en el mostrador con mi amiga para pedir que me cambiaran el asiento y poder ir con ella.

Lo fuerte es que el padre de la criatura tampoco hizo el check-in online por la misma razón que yo y casi casi se queda en tierra conmigo también. En el mismo mostrador de facturación nos han informado de que la mamá y bebé tenían asiento y que los otros dos tendríamos que esperar al final de embarque para ver si quedaba algún asiento libre (de alguien que no hubiera llegado a tiempo pese a haber hecho el check-in).

2. Cómo eligen quien entra antes, en el overbooking. La importancia de facturar pronto.

Ok, llevamos overbooking y no sabemos si entraremos en el vuelo. ¿Ahora qué? Nos han dicho que fuéramos a la puerta de embarque, dijéramos a la azafata que estábamos con overbooking y esperáramos allí hasta que cerrara el embarque. Y así lo hemos hecho, encontrándonos una decena de personas más en la puerta de embarque ya cerrada. (nunca había deseado tanto que cerraran rápido un vuelo como hoy; siempre suele ser al revés, verdad?)

Una vez cerrado el vuelo, miran cuantas personas no se han presentado al embarque y van llamando por orden. ¿Qué orden? El de llegada al mostrador de facturación.

Por suerte, en nuestro caso habíamos llegado 2h15min antes y quizás hemos facturado 10-15 min después, por lo que sabíamos que seríamos de los primeros de la lista. Efectivamente, éramos el 2º y 4º. Y hemos entrado. Creo de hecho que ha entrado todo el mundo que estaba en overbooking (o casi todos, porque he contado diez personas entrando, seguro).

Otro chico que también estaba con overbooking nos contaba que él ayer noche probó de hacer check-in y vio que no le funcionaba la página web. Pensó que era un error. Pues no, era que el sistema no podía darle asiento y por eso le daba error. Él también ha llegado pronto al aeropuerto y ha entrado en 5º lugar.

3. ¿Y los pasajeros que habían facturado y que no han llegado al avión?

Pues no lo sé. Quizás estaban en control de pasaportes o en el camino al aeropuerto o quizás se han dormido… Lo único que sé es que han sacado sus maletas del avión — y espero que hayan metido las nuestras.

4. Si te quedas en tierra…

Durante nuestra (larga) espera sin saber si entrábamos, otra pasajera del vuelo nos ha contado que ella tuvo overbooking la noche anterior y que la reubicaron en este vuelo de la mañana. Nos ha contado que tuvo que hacer reclamación a Vueling para ser indemnizada y reclamación a Iberia para tener comida y alojamiento. Si le añades que tienes que sacar maletas y volver a reservar un vuelo en el mostrador de vueling… uf, menudo rollo. Ella en este vuelo ya tenía también el asiento asignado. Aquí tenéis info oficial de la web de vueling para overbookings.

5. Vuelo con final feliz.

Hoy hemos pasado de la desesperación a la felicidad en menos de dos horas. Es de agradecer que a pesar del mal rato, el vuelo ha llegado a la hora (el embarque ha sido bastante rápido y muy puntual y el proceso de reasignación de los overbookings no han sido más de diez minutos).

Así que a pesar de que estoy enfadada con Vueling y las demás compañías aéreas por vender más billetes de los que tocan y hacernos pasar mal ratos como el de hoy, un agradecimiento a Vueling por habernos metido finalmente en ese vuelo.

Aterrizados a la hora. Y maletas llegadas. 🙂 Otra experiencia para contar. Y voy a hacer pronto el check-in online del vuelo de vuelta para que no pase lo mismo…

fotos: James AbbottChris OakleyOlya Sanakoev,whity

16 de julio 2017

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Ruta por los pueblos más bonitos de Alsacia

Existe un lugar lleno de cigüeñas, viñedos y casas de colores. Un lugar con mucha historia y tradición, a caballo entre la cultura francesa y la germánica. Llevaros la cámara porque no pararéis de hacer fotos. ¡Bienvenidos a Alsacia

En noviembre del año pasado recibimos una propuesta para hacer un intercambio de casa, de una familia Alsaciana que quería pasar 10 días en Cataluña, y más concretamente, en nuestra casa en Olot. Wow. La Alsacia. Era uno de nuestros destinos en nuestra lista de «lugares a visitar en el futuro» así que ni nos lo planteamos y aceptamos rápidamente con mucho gusto.

La comunicación fue fácil y fluida y a pesar de que faltaban muchos meses, el día del viaje llegó. Y nos fuimos a la Alsacia sin haber leído nada ni preparado nada -últimamente, siempre viajamos así: improvisando día a día. No sabíamos ni siquiera si encontraríamos una gente que hablaba francés o alemán (o alsaciano?). Solo teníamos un listado de recomendaciones de nuestros partners de intercambio, con cosas que podíamos hacer y visitar durante nuestra estancia.

10 días más tarde, conocemos la Alsacia bastante mejor. Descubrimos un destino precioso, unos paisajes de desencaje de mandíbula, visitamos pueblos preciosos y degustamos algunas de las especialidades de la región: la tarte-flambée, los bretzels y los vinos alsacianos (omnipresentes en todo el paisaje, por cierto). Ahora sabemos que los alsacianos hablan mayoritariamente francés (y unos pocos saben el alsaciano que es un idioma anterior al alemán; una mezcla anglófona y germánica). Así que todos los nombres germánicos del mapa, hay que leerlos «a la francesa».

Ordenados de sur a norte, estos son para mí los pueblos más bonitos de Alsacia. MUY RECOMENDABLE hacer la «ruta del vino de Alsacia« que pasa por carreteras secundarias que unen los pueblos. Así, veréis el paisaje de viñedos, iréis despacio para saborear cada foto y descubriréis pueblos con encanto a cada paso. La ruta es muy fácil de seguir ya que hay indicaciones constantemente.  En su página web oficial veréis un mapa de la ruta entera.

Nota al lector: Estos son los pueblos que visitamos durante nuestra ruta de una semana. Tened en cuenta que estábamos alojados en Mittelbergheim (al lado de Barr) y que íbamos con una bebé de 22 meses, por lo que no podíamos estar todo el día visitando pueblos y teníamos que combinarlo con planes que para ella fueran más «divertidos». Seguro que hay más pueblos bonitos pero de esos no puedo hablaros. Como siempre, yo os comparto lo que conozco y lo que hicimos nosotros. Ojalá que os ayude a planificar vuestra ruta por la Alsacia!

Colmar

La «gran ciudad» (más allá de Estrasburgo) es de visita obligada. Aunque no fue lo que más me gustó (prefiero pueblos pequeños y menos turísticos), hay que pasar al menos medio día en Colmar. Y seguramente con ese medio día tengáis suficiente porque no es demasiado grande. El centro turístico se visita andando en un par de horas. Encontraréis mucha animación, tiendas con aparadores preciosos, balcones llenos de flores y un pequeño canal por donde pasean barcas al más puro estilo de Brujas (aunque nada que ver; porque en Colmar el tramo de canales es realmente muy pequeño).

Nosotros fuimos un domingo y pudimos aparcar en la zona azul (gratuita en domingo) de la avenida de Champ de Mars, a 5 minutos andando de la zona de los canales.

Si queréis hacer un paseo en barca por Colmar, hay dos compañíasuna sale del embarcadero que hay bajo el puente de la rue des Écoles y la otra del puente de la rue Turenne (el siguiente, hacia la izquierda, hacia el final/principio de la zona turística). Mi recomendación es que vayáis al puente de Turenne porque allí al menos hay una persona de la empresa que os informa del siguiente tour y os vende los billetes. En la rue des Écoles estuvimos esperando unos 20 minutos haciendo cola y nada: no paró ninguna barca y tampoco nos informaron. Los tours duran 30 minutos y -sinceramente- os lo podéis ahorrar, a menos que realmente os apetezca o vayáis con una bebé que insista en subir 😉

Para comer, la mayoría de restaurantes están en los alrededores de la plaza «2 de Février».

Kaysersberg

Recientemente, en junio 2017, los franceses eligieron Kaysersberg como su «pueblo favorito» (podéis leer más en esta noticia de Paris Match). Y no me extraña, ¡es realmente precioso! Aunque en verano suele llenarse de gente, el día que pasamos por allí se paseaba muy bien y lo disfrutamos mucho.

No pararéis de hacer fotos. En el pueblo descubriréis tiendas de cerámica alsaciana, un río muy bonito y casas decoradas de una forma encantadora. Paseando, descubrimos un pequeño restaurante que nos gustó especialmente. Y aunque no entramos porque eran las 17h de la tarde, nos lo apuntamos para otro día: Restaurant le Caveau (2 rue de Pairis). Fuera tenían un cartel que ponía «no estamos en la calle principal pero sabemos cocinar muy bien» 😉 Podéis ver opiniones en TripAdvisor.

Ribeauvillé

Ribeauvillé fue otro de los pueblos que más nos gustaron y creo que el primero que visitamos. Muy turístico en verano, pero merece mucho la pena dar un paseo. A lo largo de su calle principal encontraréis tiendas de souvenirs, pastelerías que huelen a 10km de distancia y mil casas de colores.

Hunawihr

Hunawihr

Muy cerca de Kaysersberg y Ribeauvillé están Riquewihr y Hunawihr. No visitamos ninguno de los dos por falta de tiempo pero seguro que merecen una parada. Por Hunawihr pasamos de casualidad, de camino a Naturoparc (parque de cigüeñas) y su paisaje nos pareció realmente precioso.

 

Dambach-La-Ville

Dambach-La-Ville es uno de esos pueblos típicos-típicos pero sin turistas. Por no tener, apenas tiene tiendas, hoteles o restaurantes – en comparación con los pueblos vecinos orientados al turismo. Pero si os apetece pasear por un pueblo más auténtico, más local y más alejado de las «masas guiris», no os lo perdáis. Además, está situado en un paraje de viñedos realmente precioso. La ruta por carretera (siempre en la «Ruta del Vino», que va por carreteras secundarias) es una delicia para la vista.

Andlau – Le Hohwald

Andlau es un pueblito encantador, situado al pie de la montaña de Le Hohwald. Estuvimos en Andlau de pasada pero nos pareció precioso. Muy tranquilo pero a su vez turístico. Le Hohwald también merece una visita. Es un pueblo de montaña, genial para los días calurosos y para estirar las piernas con alguna de sus múltiples opciones para el senderismo. Como opción fácil: la excursión a la cascada de Le Hohwald. Podéis llegar en coche hasta el parking y andar 10 minutos (sube un poco) . O bien hacer la excursión entera (1h30m) desde el centro de Le Hohwald. Para llegar a Le Hohwald, tenéis que ir hasta Andlau y seguir las indicaciones.

Mittelbergheim

Mittelbergheim es un pueblo chiquitín (500 habitantes) que por su arquitectura y su paisaje se ha ganado el premio a estar clasificado entre los pueblos más bonitos de Francia. Es una clasificación hecha por una organización en Francia («Les Plus Beaux Villages de France«) que elige pueblos pequeños, auténticos, que tienen un interés cultural y que guardan una misma arquitectura que los hace únicos. En «Mittel» (como lo llaman los locales) encontraréis todo esto y además veréis un paisaje de viñedos precioso.

A este pueblo le tenemos especial cariño porque fue nuestra casa durante esos días de viaje. La casa de intercambio en la que estuvimos alojados 10 días gratis (a cambio de nuestra casa en Cataluña) estaba aquí – recomendamos la comunidad de intercambio de casas HomeExchange. Fue genial poder ir de turisteo cada día y volver cada tarde «a casa», a nuestro pueblo tranquilo, sin turistas, sin autobuses y lleno de encanto. Además, tuvimos la suerte de ir en época escolar y la escuela infantil del pueblo (situada delante de casa) cada día a las 16h dejaba todos los vehículos fuera para que los niños del pueblo pudieran jugar. ¡A nuestra peque le encantó!

Viñedos Rieffel con André Riefel

Viñedos Rieffel con André Riefel

En Mittel también tenéis un museo vinícola interesante y una visita con degustación incluida a las bodegas Rieffel, que son propiedad de nuestros partners de intercambio. Allí, quien más, quien menos tiene viñedos y se dedica al vino. Pudimos visitar la bodega Rieffel, los viñedos (con incursión de un pequeño ciervo incluida) y hacer una degustación de los vinos con André y Andrée, los «abuelos» de la familia. Ellos ya están jubilados pero siguen en el meollo por pasión y amor al vino. Si os apetece una visita a una bodega alsaciana, más que recomendable hacerla en Rieffel con ellos 🙂 No hablan español pero son encantadores. Dirección: 11, rue Principale, Mittelbergheim.

Barr

A 1km de Mittelbergheim encontraréis Barr, otro de nuestros pueblos de Alsacia favoritos. Precioso, quizás no tan turístico como Kaysersberg o Ribeauvillé, y muy encantador. Hacen mercado los sábados por la mañana. Nos enamoraron sus banderolas al estilo hipster.  ¡No os lo perdáis!

Boersch

Siguiendo la ruta del vino, llegamos hasta Boersch (pasando por Ottrott) y el pueblo nos pareció realmente bonito. Ya no nos paramos porque decidimos regresar ya a casa pero es un pueblo típico-típico con unas puertas preciosas y un centro histórico muy cuidado.


 

Aquí, un resumen de los pueblos citados, situados geográficamente en el mapa:

 

Apuntes finales sobre Alsacia

  1. Si os gusta el cicloturismo, la Alsacia es un destino ideal para ello. La ruta del vino de Alsacia se puede hacer tanto en coche como en bicicleta. Cuentan con muchos carriles bicis y carreteras secundarias y durante nuestro viaje vimos algunos grupos de cicloturistas con bicis eléctricas. Hay hoteles en práticamente cada pueblo, así que se pueden hacer muy cómodamente en varias etapas. No hay grandes subidas pero sí que el terreno está lleno de pequeñas colinas (como en la Toscana o la Rioja).
  2. Si vais en autocaravana, hay campings/aparcamientos de caravanas habilitados a las afueras de muchos pueblos. Así que también es buena opción.
  3. Alsacia es el país de las cigüeñas. Las vais a ver por todos lados, en libertad! En los pueblos, alzad la vista hacia los tejados y campanarios y allí encontraréis nidos enormes con cigüeñas admirando las vistas. También las veréis en libertad en los campos de cultivo. Alsacia ha reintroducido las cigüeñas en los últimos años.
  4. En verano hay muchas fiestas y mercados en algunos de los pueblos. ¡No os los perdáis! En Mittelbergheim, por ejemplo, hay la fiesta del vino a finales de julio. Y también allí, cada miércoles de julio de 17h a 20h hay un «mercado local» que más bien es una fiesta/cena con los habitantes del pueblo. Van al mercado y compran carnes que pueden cocinar en una barbacoa habilitada allí mismo. También hay tartes-flambés, bretzels y otras especialidades. Se llama «Marché du Terroir». 
  5. La Tarte-Flambée es una especie de pizza muy fina pero hecha con la base de queso fresco. Encima echan bacon, cebolla y queso (y otros ingredientes si queréis), aunque también hay tartes-flambées de postres (con frutas). Tuvimos la suerte de ver cómo se hacen y comérnoslas en casa de Aurélie y su familia, que también son socios de HomeExchange y nos invitaron a comer en su casa.
  6. Si hace calor y os apetece un baño, el Lago Benfeld es ideal. Hay una playa con arena y una zona de baño perfecta para refrescarse. Se paga 1,5€ por persona. Hay vestuarios y se permite el picnic.
  7. Si viajáis con niños, no os perdáis el otro artículo para visitar Alsacia con niños con 13 planes divertidos para hacer con ellos.

 

Qué hacer en Bilbao un fin de semana: consejos para el Guggenheim y mucho más

Bilbao es sinónimo de Guggenheim, de arte y de pintxos. Si tienes en mente una escapada de fin de semana en Bilbao para ver una exposición en el Guggenheim, te cuento algunos consejos para aprovechar al máximo tu escapada.

Recientemente mis padres y tíos se escaparon un fin de semana a Bilbao para visitar la exposición de Expresionismo Abstracto en el Guggenheim. En este artículo os cuento algunos de sus descubrimientos y recomendaciones para aprovechar al máximo de dos días en Bilbao.

Día 1: Visitar el Museo Guggenheim

Dedicarle un día al Guggenheim es recomendable y necesario. El museo es enorme y si te gusta el arte necesitarás tiempo para moverte por sus salas y disfrutar de las obras tranquilamente. Cuando necesites una pausa, sal a descubrir el museo por fuera. Sin duda, una obra de arte en sí mismo! El edificio hecho por Frank Gehry es una maravilla!

 
CÓMO RESERVAR LAS ENTRADAS DEL GUGGENHEIM POR INTERNET

Lo ideal es que reservéis las entradas por internet. Podéis hacerlo unos días antes pero ojo con las exposiciones más populares, pues pueden agotarse fácilmente. Para haceros una idea, nosotros reservamos entradas tres días antes para un sábado y ya solo quedaban entradas a partir de las 13h…

Las entradas se compran en la web oficial del museo Guggenheim. La entrada general incluye el servicio de audioguía (muy bueno), permite conocer la colección permanente del museo y visitar las exposiciones temporales vigentes. Las entradas nos costaron 16€ cada una para adultos, y 9€ cada una para jubilados. Si vais con niños, echad un vistazo a las actividades infantiles que organiza el museo para introducir los pequeños al arte.

Veréis que al reservar los tickets tenéis que indicar la hora de entrada. Esa es la hora a partir de la que podéis entrar para visitar el museo. La primera entrada es a las 10h y la última a las 18h. El museo cierra a las 20h. Importante: el lunes está cerrado.

 

PARKING Y RESTAURANTES EN EL GUGGENHEIM

El Museo no dispone de servicio propio de aparcamiento para visitantes. Sin embargo, podéis aparcar en la calle (pago mediante parquímetro) o en los parkings cercanos de la Plaza Pío Baroja o Plaza Euskadi. Nosotros dejamos el coche en un parking de 13h a 20h y nos salió por 13€.

Si tenéis previsto comer en el propio museo, hay un restaurante llamado Bistró que es una buena opción. Si tenéis tiempo (y presupuesto) tienen un menú de mediodía con varios platos por 30€. Nosotros elegimos tomarnos algo rápido en la terraza del bar y comimos un bocadillo caliente de jamón y queso delicioso. También tienen pintxos. ¡Más que recomendable!

 

Día 2: Explorar Bilbao

Lo ideal es tener dos días enteros en Bilbao (o al menos un día y medio). Así, tras visitar el museo el primer día, podéis aprovechar  el segundo día para visitar el casco antiguo de Bilbao o hacer alguna actividad que te interese. Te cuento algunas opciones:

que hacer en bilbao casco viejo

VISITAR EL ESTADIO DE SAN MAMÉS

Para los fans del fútbol, podéis visitar el estadio de San Mamés (del Athletic Club Bilbao). Se hacen visitas guiadas de martes a domingo. Tened en cuenta que los domingos y días de partido, el estadio está cerrado por la tarde; así que para asegurar, comprobad el calendario de la Liga o id por la mañana. El precio es de 7€ (descuentos para niños). Cómo llegar a San Mamés: Campo San Mamés, puerta 26-27. c/ Rafael Moreno Pichichi.

BUS TURÍSTICO POR BILBAO

Tenéis un bus turístico de la empresa City Tour que os permite subir y bajar tantas veces como queráis. Subidos al bus podréis descansar (estaréis reventados tras un día de museo y una noche de pinchos). El ticket del bus es para 24h. Precio: 14€

TOUR EN BICI POR BILBAO 

Si os gusta ir en bici, hay dos tours guiado interesantes:

El tour del Bilbao esencial en bici es un recorrido de 2h en el que pedalearéis por el casco viejo y a lo largo del río Nervión. Alternaréis lugares contemporáneos e históricos, como el Centro de Congresos Euskalduna, el nuevo estadio de fútbol San Mamés, el teatro Arriaga… Precio: 30€

El tour del Bilbao Underground os llevará a conocer tres de los barrios más curiosos de Bilbao: Bilbao La Vieja, Zorrozaure y Bótica Vieja. Es una ruta en bici de 3,5h en la que veréis street art, los nuevos proyectos culturales de Zorrozaurre y pasaréis por los centros de arte urbano dispersos por toda la ciudad, obras públicas de arte, centros culturales, festivales y otras iniciativas innovadoras emergentes. Precio: 35€

CLASE DE PINTXOS

Si lo que os gustaría es aprender a cocinar bien deliciosos, no dudéis en reservar una clase de cocina vasca. Aprenderéis los secretos de la preparación tradicional vasca de los Pintxos y podréis crear 4 pintxos especiales y un postre tradicional con vuestras propias manos, guiados por un cocinero. La clase dura 2,5h y sirve como almuerzo (o cena). Por eso el precio se dispara algo más (121€).

 

Dónde dormir en Bilbao: 7Kale B&B

Dormimos en el 7 Kale Bed & Breakfast  y estuvimos la mar de bien! Es un hotelito súper cuqui, muy nuevo, moderno y acogedor. Las habitaciones están decoradas de una forma monísima, tienen baño propio y  un balconcito que da a las calles del casco viejo. La propietaria del Bed & Breakfast, Patricia, es una persona muy amable y organizada. Recomendamos 100% reservar en el 7kale.

Está situado en pleno corazón del casco viejo, en la mejor zona de tascas y pinchos en Bilbao. Se llama 7 kale (7 calles) porque está en medio de las siete calles originarias del casco viejo, y donde actualmente se encuentran los mejores bares de pintxos de Bilbao. Lo que es genial para poder salir por la noche cerca del hotel y sin preocuparse por el transporte público. Veréis que la zona es muy animada pero en las habitaciones no se oye nada. Hay doble cristal y, cuando nos fuimos a dormir (a eso de la 1 de la madrugada) ya no quedaba ni la mitad de la gente por la calle. Dormimos muy bien — ¡¿quién no lo haría tras 6 horas de museo?!

El precio por noche incluye el desayuno. Sencillo pero buenísimo. Y tenéis servicio gratuito de cafés y tés durante todo el día para recuperar fuerzas. Sin duda, un hotel muy práctico, céntrico y a muy buen precio.

Por cierto, si vais en coche, podéis aparcar en un parking cercano con el que el hotel tiene un acuerdo (os harán un 15% de descuento). Dejar el coche toda la noche hasta la mañana siguiente nos salió por 15€. Si preferís dejar el coche en casa, desde el hotel tenéis acceso muy fácil al tranvía (en 3 paradas llegáis al Guggenheim), metro y estación de tren.

¿Y por la noche? Bares de pintxos en Bilbao

Muy recomendable cenar en el Casco Viejo, en algunas de sus 7 calles legendarias. Dimos varias vueltas para ver todas las opciones de pinchos, y elegimos un bar en el que pudiéramos estar sentados comiendo un plato (ya habíamos comido pinchos al mediodía). ¿Sabéis donde acabamos? En el Restaurante Peña Athletic, el restaurante de los aficionados del Ath. Club Bilbao. Fue fabuloso 🙂 Muy recomendable. Nos pusieron una mesa fuera (en la calle) y la cena estaba deliciosa. Un acierto total. Además, está justo al lado del 7 Kale B&B. Dirección: C/Pelota, 5. Tienen un menú de cena de 22,50€.


Créditos fotos: badcrc (portada), Adam BakermimmygmimmygJoão CraveiroEnrique Dans.

balea box

Cómo funciona el Buzón de Paquetería Balea Box para las Compras Online. ¡Y Sorteo!

«Hola, no estamos en casa. Deja tu mensaje después de la señal. Gracias. Piiiiiiiiip!» Como si fuera el servicio contestador del futuro, llegan los buzones de paquetería para recoger todos los paquetes de las compras online cuando estamos fuera. ¡Os presento el nuevo Balea Box!

Nos hemos vuelto un poco bastante comodones y, seamos francos, vivir fuera de una gran ciudad implica no tener cerca muchas cosas. Por eso, nuestras compras online no han hecho más que aumentar, y con ello, las (problemáticas) entregas.

Como quizás sabéis, nuestra experiencia con algunas empresas de mensajería (léase SEUR) ha sido nefasta en los últimos meses. Esperamos que a partir de ahora los problemas se reduzcan. Hemos instalado un buzón Balea Box y, por ahora, ¡ha sido un éxito! Si te interesa tener también un buzón de paquetería en casa, sigue leyendo que en este post damos uno gratis 😉 Verás instrucciones al final del post.

¿Y qué tiene que ver esto con los viajes y el ocio, os preguntaréis? Bueno, si sois como nosotros, y os pasáis el día fuera de casa disfrutando de la vida (sea subidos a un avión o subidos al tobogán del parque) le veréis la utilidad a tener un buzón de estos en casa 🙂 Te ahorras unos cuantos quebraderos de cabeza por las entregas de paquetes. ¡Es como si siempre estuvieras en casa!

Hace una semana que tenemos el buzón, que hemos instalado en la entrada de casa. Si estamos fuera, el mensajero pone el paquete dentro del buzón y lo cierra presionando el botón. Cuando volvemos a casa, abrimos el buzón con la llave y recuperamos el paquete. ¿Suena fácil, verdad? Pues a la práctica lo ha sido todavía más 🙂

Cómo funciona el Buzón Balea Box

Ayer recibimos nuestra última creación Hofmann (soy muy fan de los productos Hofmann – y de sus descuentos) y, de nuevo, no estábamos en casa. Al volver, el paquete estaba dentro 🙂 Problema solucionado. ¿Cómo funciona y por qué creemos que Balea Box es una buena solución?

  • Aunque no es obligatorio, cuando haces el pedido online, es útil poner en los comentarios para el mensajero que si no estás en casa, pueden dejar el paquete en el buzón Balea Box al lado de la puerta.
  • Cuando te vayas de casa, dejas la puerta del buzón abierta.
  • El mensajero mete el paquete dentro y cierra la puerta apretando el botón.
  • Cuando tu regresas, abres la puerta con una llave única para ti.

En su página web tienen un video explicativo muy claro.

Más recomendaciones: Nosotros lo hemos colocado en un lugar seguro: es decir, no está en un lugar muy visible para no llamar la atención de la gente que pasa por la calle. Pero obviamente el mensajero que llama a la puerta lo ve de sobras. Y para los desconfiados, el buzón lleva alarma incorporada por si alguien intenta abrirlo cuando está cerrado.

Funciona tanto para casas unifamiliares como pisos de vecinos. En este segundo caso, hay que pedir permiso a la comunidad de vecinos para instalarlo, claro. Pero tal y como van las ventas online, sería una solución genial poner varios buzones en las comunidades de vecinos que no tienen portero, ¿verdad? ¡Sé de algunas empresas (multinacionales) que están empezando a poner buzones incluso en sus oficinas!

Sorteo de un Buzón

¿Qué os parece? ¿Os gustaría tenerlo en casa? Los compañeros de Balea Box nos han dado otro buzón para regalar entre uno de los lectores del blog SempreViaggiando. Para participar en el sorteo, deja un comentario en este artículo contando dónde te vas este verano de vacaciones. ¡Facilísimo!

Es un buzón tamaño S (30 x 38cm) y sirve tanto para casas unifamiliares como para pisos de vecinos. Uno de vosotros podrá irse tranquilamente de vacaciones sabiendo que si hay alguna entrega, se la dejarán en la Balea Box. ¡Suerte a todos!

El sorteo se hará el día 11 de Junio 2017 y se informará al ganador por email (el que haya dejado en los comentarios).

Actualización 12 / 06 / 2017: la ganadora del sorteo ha sido Marina, con el comentario nº7.

(¿Por qué el sorteo? Balea Box es una empresa joven que acaba de lanzarse y desea darse a conocer en España. La mejor forma: dejando que la gente pruebe el producto y quede contenta. Y como soy muy fan de estas iniciativas jóvenes, les apoyo haciendo el sorteo en el blog).

Escapada a la Ibiza Rural

Más allá de la Ibiza de Pachá, de las discotecas, de las fiestas  y de los resorts de pulsera, existe una Ibiza rural y relajada. Una Ibiza en la que las mermeladas son caseras, el trato es personalizado y las siestas se hacen bajo palmeras y almendros. ¡Bienvenidos a la Ibiza rural y slow!

Ojalá os pudiera contar esta historia en primera persona… Por desgracia, no fui yo quien fue a Ibiza el verano pasado, sino mi hermano y mi cuñada como parte de su luna de miel (y la segunda parte del viaje fue Escocia en autocaravana). Pero como les ayudé a planificar el viaje, aprovecho para contaros algunos detalles de la planificación. Gracias Oriol y Núria 😉

Aquí van algunos consejos para visitar y disfrutar de la parte más rural de Ibiza:

Dónde alojarse en Ibiza

Lo primero: nos ubicamos entre Sant Joan de Llabritja y Santa Eulària des Riu, en la parte oriental de la isla. (La parte occidental está más masificada y llena de discotecas). Alrededor de estas dos poblaciones hay muchos agroturismos en los que se respira naturaleza, encanto y tranquilidad. Y, muy cerca, decenas de calas preciosas a explorar; ya sea tumbados sobre una toalla o con las botas puestas.

Un buen consejo es reservar el agroturismo tan pronto como es sea posible porque las plazas se acaban rápido. Se alojaron en el agroturismo Ca Na Joaneta. ¡Hiper recomendable! Un agroturismo sin pretensiones pero con muchísimo encanto y buen gusto. Tiene piscina, habitaciones cómodas y un jardín fabuloso y es un edificio de arquitectura típica ibicenca. A 1 km de Santa Eulàlia des Riu. Lo mejor: su desayuno casero bajo las palmeras. Ver lista completa de agroturismos en Ibiza.

Alquilar un Méhari descapotable

Tras reservar tu agroturismo en Ibiza, el siguiente paso es alquilar un coche para moverse. Una idea original, auténtica y rural es la de alquilar un Méhari descapotable. Una vez te has acostumbrado de la conducción (bendita dirección asistida, la vais a echar de menos), conducir por los caminos de Ibiza en un Méhari es una pasada.

Las mejores playas en Ibiza (y más tranquilas)

Cada mañana, antes de salir a la aventura, comprueba cómo sopla el viento ese día en Ibiza. Si sopla de norte, es mejor ir a las playas del sur. Y si sopla de sur, éstas estarán removidas y, por lo tanto, es mejor quedarse en la parte norte.

En la parte norte, no os perdáis Cala Xuclà y Cala Xarraca, ambas muy cercanas, preciosas, vírgenes y sin aglomeraciones. En Cala Xuclà veréis un chiringuito (un “kiosko” como lo llaman los ibicencos), en el que sirven pescado fresco del día y ensaladas. ¡Todo riquísimo!

En Benirràs encontraréis uno de los sitios más bonitos y espectaculares para ver la puesta de sol en Ibiza. Eso sí, lo conoce mucha gente por lo que no estaréis solos. Si tenéis tiempo, otra muy buena opción es llegar hasta las calas al norte de Sant Mateu d’Aubarca. La puesta de sol será igualmente mágica y no encontraréis ni la mitad de gente.

Una excursión cerca de la playa

Para un día nublado, calzaos las botas y salid a explorar los caminos de ronda de la isla. Una excursión bonita es la de la Torre des Molar, que pasa por distintas calas, ofrece vistas al mar y acaba en una torre de vigilancia.

La excursión empieza en el Port de Sant Miquel. Tomad el sendero que atraviesa los pinares, hacia la izquierda. Por el camino, podéis daros un baño en la playa de Es Pas de S’Illa Des Bosc, que tiene dos vertientes: una orientada hacia el sureste, con aguas muy tranquilas, y otra hacia el noroeste, a mar abierto.

¿Qué más visitar? Dalt Vila, mercadillos y Formentera

No olvidéis reservar una noche para dar un paseo por Dalt Vila, el casco antiguo de Ibiza ciudad. Merece mucho la pena recorrer las calles, ver el magnífico ambiente por la noche y tomar algo. Además, si queréis añadir un toque cultural a vuestra escapada, no os perdáis el museo musulmán y la necropolis fenicia más grande de Europa.

¿Os gustan los mercadillos? En Ibiza existen dos mercados que surgieron con el movimiento hippie de los 60-70s: el mercado de las Dalias y el de Punta Arabi.

Y por supuesto, si os sobra tiempo en vuestro viaje a Ibiza, destinad un día o dos a visitar Formentera. Aunque es un plan muy apretado, la ida y vuelta en un mismo día es factible. En Formentera lo ideal es alquilar una moto para llegar fácilmente a las calas de la isla y acercarse también a los faros.

Dónde comer en Ibiza

Calas bonitas, historia antigua, callejones encantadores… Todo esto está muy bien, ¿pero sabéis qué es lo mejor de Ibiza? ¡La comida! Platos eminentemente mediterráneos con toques marinos, riquísimos, sanísimos y en cafés decorados al estilo ibicenco. Apuntad algunas direcciones directas al paladar:

  • Restaurante Ca N’Anneta. Situado en la parte central de la isla, en Sant Carles de Peralta y cerca del Mercado hippie de las Dalias.
  • Café Vista Alegre. En Sant Joan de Labritja. Un “café indiano” muy peculiar.
  • Casa Pepé. En Santa Eulària des Riu, ¡simplemente exquisito!
  • El mejor pescado fresco, en el chiringuito de Cala Xuclà, por supuesto.
  • El Chiringuito de María es un lugar algo alternativo pero fascinante, con vistas a Dalt Vila.

Cuándo ir

Ibiza es genial en cualquier momento del año pero si podéis elegir, id a finales de junio (alrededores del 24 de junio, San Juan) cuando tienen lugar las “Festes de Sant Joan”, con caballos y mucho ambiente en las calles.

Sin duda, hay otra Ibiza por descubrir. Y os aseguro que no os la acabaréis.

 

10 de abril 2017

Publicado en España

Los pueblos y lugares más bonitos de la Costa Brava

Escribí este artículo para el blog de Costa Brava Verd Hotels.
Ahora lo republico en mi blog para compartirlo con todos vosotros.

 

La Costa Brava está llena de pueblos medievales bonitos, playas de postal y rincones con mucho encanto… Hoy os comparto los que a mi parecer, son los lugares más bonitos de la Costa Brava. Lugares que no podéis perderos en cualquier viaje a la Costa Brava o en una ruta en coche.

Empiezo por las playas y pueblos más bonitos que se encuentran cerca del mar. Si podéis, visitad estos lugares fuera de temporada alta. Mayo, junio y septiembre son meses ideales para descubrir la Costa Bravabuena temperatura y sin el agobio de la muchedumbre del verano.

Ordenados de norte a sur, esta es una ruta que podéis realizar en un solo día, ya que hay apenas 35 km entre los dos extremos. Acercaos en coche y parad en cada lugar para disfrutar de la magia y el encanto de cada lugar.

Sa Tuna

sa-tuna

En el Cap de Begur se encuentran algunas de las playas más bonitas de la Costa Brava. Y Sa Tuna es una de ellas. Una cala pequeña y acogedora, rodeada de pinos y naturaleza y arropada por el calor de la gente que reside en el núcleo de Sa Tuna.

Es un lugar selecto que invita a quedarse una temporada. ¿Buscáis un hotel romántico y tranquilo? Entre sus casas blancas, inmaculadas y llenas de flores destaca un pequeño hotel con encanto (el único hotel de la playa): el Hostal Sa Tuna, una antigua casa de pescadores situada a primera línea de mar. ¡Mirad, mirad!

Aiguablava

Aiguablava

Continuamos en el corazón de la Costa Brava, muy cerca de Begur. Aiguablava se ha ganado una merecida buena fama por su entorno natural y el color azul que da nombre a la playa.

A pesar de que podéis llegar en coche hasta Aiguablava, lo más recomendable es que lo hagáis a pie, siguiendo un tramo (muy corto) del camino de ronda que une la playa con el hotel Aigua Blava. Unos escasos quince minutos andando que os permitirán ver paisajes costeros y pequeños rincones con encanto.

Aigua Xelida, Tamariu

Aigua Xelida

Seguimos en el Cap de Begur; esta vez cerca de Tamariu, otro de los pueblos más bonitos de la Costa Brava. La cala de Aigua Xelida ganó en 2009 el premio al “Paisaje favorito de Catalunya”. ¿Os imagináis por qué? Os lo digo: ¡¡el lugar desprende encanto por todos lados!! Esta estrecha cala tiene un color turquesa que enamora y está rodeada de pinos. Paisaje típico 100% de la Costa Brava.

Cómo llegar a Aigua-Xelida: El núcleo urbano más cercano está a 2 km y para llegar a la cala hay que ir a pie. Acercaos hasta la urbanización Aigua Xelida en coche y seguid hasta llegar a la calle de Illa Blanca. Tendréis que aparcar el coche en esta zona. Luego, bajando la calle de Illa Blanca encontraréis unas escaleras que os conducirán hasta la cala.

En el pueblo de Tamariu encontraréis el pequeño hotel con encanto Es Furió, situado delante de la playa de Tamariu que bien merece un chapuzón y un paseo por la arena. (ver precios y disponibilidad en Booking).

Calella de Palafrugell

calella

El pueblo de Calella de Palafrugell es uno de los más bonitos y emblemáticos de la Costa Brava. Y uno de mis favoritos. Un tesoro mediterráneo que ha inspirado a escritores como Josep Pla y cantautores como Joan Manel Serrat (en Calella Serrat compuso la canción “Mediterráneo”).

Aunque un paseo por Calella siempre es más que recomendable, si podéis elegir un momento en el que visitar Calella, elegid el primer sábado de julio, cuando se celebra su popular Cantada de Habaneras, un espectáculo al que pudimos asistir el año pasado y nos encantó!

En Calella son famosos sus arcos a la orilla del mar y sus casas blancas de pescadores. No os perdáis el tramo de Camino de Ronda que va hasta Llafranc: ¡precioso!

En el mismo núcleo de Calella encontraréis tres fantásticos hoteles: el Hotel Alga, situado en la avenida principal de Calella y a pocos metros de la playa; el Hotel Sant Roc, a orillas del mar, con excelentes vistas a las playas de Calella; y el Hotel Garbí, ideal para ir con niños.

S’Alguer

CALA_S´ALGUER

S’Alguer es un precioso núcleo de pescadores que seguro os robará el corazón. Parece la foto de una postal o de un cuento de hadas; ¡¡pero es bien real!! Podéis llegar a S’Alguer directamente en coche o bien a pie por el camino de ronda que sale desde La Fosca por un lado o desde Playa Castell por el otro (5 minutos). ¡¡Muy recomendable ir a pie!! Os lo cuento en este otro post.

Este rincón de la Costa Brava fue declarado “Bien de Interés Cultural” en 2004 para evitar que nada cambie y conseguir que este remanso de paz y tranquilidad permanezca así de auténtico para siempre. S’Alguer es un lugar único y lleno de encanto que no os podéis perder si visitáis la zona de Palamós.

La Fosca

lafosca

La playa de La Fosca se encuentra en Palamós, una zona muy familiar, y es una de las mejores playas de la Costa Brava. Es extensa, tranquila, acogedora, de fácil acceso y, además, un lugar perfecto para caminar junto al mar. Desde La Fosca podréis andar hacia S’Alguer. A dos calles de la playa La Fosca tenéis el hotel Ancora, un hotel muy cómodo y familiar, ideal para una escapada a Palamós.

 


A continuación os hablo de seis pueblos más bonitos del Empordà y Gironès (lo que se entiende como «Costa Brava interior»). Aquí no veréis mar, sino paisajes con pequeños montes, campos de trigo, pueblos medievales fabulosos…

Hay apenas 35km entre el primero y el último y los podéis visitar en un día – o un par de días si queréis ir más tranquilos.

Ordenados en una ruta por proximidad, del mar al interior… Aquí tenéis lo que más me gusta de cada pueblo.

Palau-Sator

palau sator

Palau-Sator es la joya escondida del Baix Empordà. Poca gente lo conoce y es un pueblo medieval igual o más bonito que sus vecinos Monells o Peratallada. Pasead por sus calles y recorred el pueblo hasta la plaza del castillo. ¡Precioso!

Peratallada

peratallada

Peratallada es uno de esos pueblos en los que no te cansarías nunca de hacer fotos. Es un pequeño pueblo medieval lleno de encanto y de vida. Calles empedradas y sin tráfico (hay que dejar el coche aparcado fuera, en un aparcamiento habilitado) y balcones y fachadas llenos de flores.

Dentro de las murallas de Peratallada, encontraréis el pequeño hotel con encanto (y restaurante) El Cau Del Papibou. Más que recomendable, ofrece tapas modernas. Adults only!

Monells

monells

Monells es otro de los pueblos medievales con encanto de la Costa Brava. De visita obligada. La localidad se construyó alrededor de un castillo del que hoy día quedan solo las murallas, pero pasear por sus calles llenas de historia os hará recordar la Edad Media de caballeros y princesas. No os perdáis su preciosa plaza porticada.

Madremanya

Madremanya

Y con Madremanya entramos en una zona menos conocida y menos concurrida. Por eso, lo mejor de Madremanya es que no hay tantos turistas visitándola. Podréis pasear por sus calles empedradas sin aglomeraciones y descubriréis un pueblo tradicional y muy auténtico.

En Madremanya, hay dos hoteles preciosos. Y realmente es una zona muy recomendable para una escapada de fin de semana. Echad un vistazo al Hotel La Plaça Madremanya y el hotel Can Bassa.

La Pera

la pera

Detrás de este nombre tan divertido se esconde un pueblo diminuto (más incluso que los anteriores) pero muy bonito.  Si os entra hambre, mi recomendación es el Bar l’Escola en la plaza central y el Restaurante La Trobada, en las afueras del pueblo. Además, La Pera, está muy cerca del Castillo de Gala y Dalí, en Púbol, que puede visitarse.

Sant Martí Vell

Sant Martí Vell

Y por último, Sant Martí Vell, otro de los pueblos más bonitos de la Costa Brava interior, y uno de sus secretos mejor guardados. Aquí, el mar está ya lejos, y las montañas de las Gavarres dan un toque bien rural al paisaje. Paseando por su precioso núcleo medieval, descubriréis otro pueblo encantador, sin turistas.

En Sant Martí Vell se encuentra Can Bonet, una casa rural con apartamentos estupendos para una escapada romántica o en familia. Mirad nuestra experiencia.

 


 

Fotos:
Armando Gonzalez Alameda (Sa Tuna), Asier Sarasua Aranberri (AiguaBlava), Jordiipa (Aigua Xelida), Jorge Franganillo (Calella), Jordi Carceller Comas (S’Alguer),Jorge Franganillo (La Fosca), Miquel Colomer Planagumà (Palau-Sator), Jose Manuel Mota (Peratallada), Jennifer Woodard Madera (Monells), Montse Poch (La Pera), Roser Goula (Madremanya), Roser Goula (Sant Martí Vell).

 

Los Caminos de Ronda más bonitos de la Costa Brava

Escribí este artículo para el Blog de Costa Brava Verd Hotels.
Ahora lo re-publico en mi blog para compartirlo con todos vosotros.

Para aprovechar un día nublado, para estirar las piernas durante un día de playa o para descubrir la Costa Brava a pie… Todos las excusas son buenas cuando se trata de adentrarse en los Caminos de Ronda de la Costa Brava!

Viviendo en Girona, sabéis lo mucho que voy a la Costa Brava y lo mucho que me gusta hablar de ella. Tras escribir sobre las mejores playas de la Costa Brava, (y también las playas a las que ir con niños), sobre la ruta ideal en coche por la Costa Brava, sobre sus pueblos con más encanto, sobre un fin de semana en Begur Hoy comparto cinco recomendaciones para visitar la Costa Brava a pie y despacio, a través de sus fantásticos Caminos de Ronda, junto al mar.

Estos son, en mi opinión, 5 de los mejores caminos de ronda de la Costa Brava. Todos ellos son paseos cortos y fáciles, junto al mar y muy conocidos, accesibles para todos los niveles (pueden hacerse incluso con niños), y que os llevarán por algunos de los paisajes más bonitos de la Costa Brava. Como he elegido tramos muy cortos, podréis ir y volver fácilmente, dejando el coche en un lugar.

No olvidéis: abundante agua, crema solar, calzado para caminar por tierra, una gorra y bañador (si el tiempo acompaña). También recomendables los prismáticos y la cámara de fotos / smartphone con batería para subir muchas fotos a instagram #incostabrava 😉

Camino de Sant Feliu a S’Agaró

[5km. 1h aprox] Este tramo empieza en cala Jonc, en Sant Feliu de Guíxols. Empezad subiendo las escaleras que salen de esta playa para llegar al camino de ronda. Hay que cruzar primero una urbanización hasta llegar a un pinar. Por el camino, descubriréis la cala el Molí, donde se encuentra la única vía ferrata colgada sobre el mar, y también cala Maset.

En este tramo de Sant Feliu a S’Agaró podréis disfrutar del paisaje tan típico de la Costa Brava: acantilados de piedra sobre el mar y aguas de color turquesa. El camino de ronda sigue al lado del mar hasta llegar a la Playa de Sant Pol.

Una vez en S’Agaró el camino de ronda se convierte en un paseo novecentista precioso, diseñado por el arquitecto Rafael Masó. Este paseo artístico os llevará hasta la playa Sa Conca.

De vuelta en Sant Feliu, si estáis cansados y necestáis un masaje en los pies, en el Hipòcrates CurHotel os cuidarán a base de tratamientos relajantes y reparadores.

Camino de La Fosca a Castell

S'Alguer

S’Alguer

[1,5 km. 22 min aprox] Nos encontramos en la playa La Fosca, en Palamós, que recibe su nombre por el gran islote negro que se sitúa justo en medio (“fosca” en catalán significa “oscura”). Mirando al mar, seguís hacia la izquierda (dirección norte), hacia el Castillo de Sant Esteve (s.XIII). Pasado el castillo, llegaréis al pinar de Gori. ¡Y atención porque desde aquí tenéis una de las mejores vistas de la Costa Brava! Delante vuestro: S’Alguer, un antiguo barrio pescador, diminuto y con mucho encanto.

Siguiendo el camino llegaréis a Platja Castell, una de las mejores playas de la Costa Brava. Lo que hace especial esta playa es su estado virgen; es de las pocas que ha conseguido sobrevivir a la urbanización.

Camino de Calella a Llafranc

[1,5 km. 20 min aprox] El camino de ronda entre Calella de Palafrugell y Llafranc es uno de los más elegantes y sencillos de la Costa Brava. Es fácil, está en muy buenas condiciones y tiene una gran amplitud.

Salís del pueblo de Calella de Palafrugell, famoso por sus arcos, su cantada de habaneras (el 1er sábado de julio) y por sus tabernas. Acercaos a la playa de Port Bo: mirando al mar, hacia la derecha veréis los jardines de Cap Roig y las islas Formigues; a la izquierda, la dirección que queréis seguir: la punta del Conill y, detrás de esta, la playa de Canadell, donde la familia del escritor Josep Pla tenía una casa.

Tras atravesar la playa de Canadell y caminar un rato llegaréis a Llafranc, el barrio marinero de Palafrugell. Son unos veinte minutos. Al llegar a Llafranc, encontraréis la mayor dificultad de este tramo: un montón de escaleras que bajan a la playa de Llafranc (tendréis que subirlas para volver a Calella).

Si 20 min os ha parecido poco, podéis continuar el camino de ronda hacia el Far de Sant Sebastià, a 175 m sobre el nivel del mar, donde tendréis una de las mejores vistas al mar de la Costa Brava. Si llegáis arriba, vuestra merecida recompensa se llama Hotel El Far (y es también un exquisito restaurante).

Camino de L’Escala a Sant Martí d’Empúries

[5,2 km. 1h aprox] Iniciamos este camino de ronda en una de las playas de L’Escala: playa Riells. Continuad por el paseo del Mar, dirección norte. Si no conocéis L’Escala, aprovechad para recorrer su núcleo antiguo y probar su especialidad: las anchoas. Si os apetece tomar algo, acercaos a la enoteca Els Barrils (c/ Alfolí, 8), un lugar de moda para hacer los vermuts. En esta enoteca sólo podréis pedir para beber agua o vino. Además, se encuentra en una de las calles famosas de L’Escala, la calle Alfolí, que mira hacia el norte, de cara a la tramontana. ¡Todo un reto en los días en los que sopla fuerte! Podéis leer nuestra experiencia de un fin de semana en L’Escala.

Momento de volver al paseo del Mar y continuar el camino de ronda. Siguiendo siempre junto al mar, dirección norte, pasaréis la cala de la Creu, donde veréis las barcas de pescadores.

Un poco más allá os encontraréis el Lampadòfor, el monumento a la llama Olímpica. Girad a la derecha para tomar el paseo de Empúries. Este tramo de camino de ronda está muy bien condicionado, transcurre bajo un pinar y pasa por las tranquilas calas de Rec del Molí, el Portitxol y Les Muscleres, además de las magníficas ruinas de Ampurias y el muelle griego donde los griegos desembarcaron en la Península Ibérica.

Siguiendo el paseo de Empúries llegaréis a otro de los rincones con más encanto de la Costa Brava: el pueblo de Sant Martí d’Empúries.

La playa del Portitxol es una de mis favoritas en la Costa Brava. Allí además se encuentra, justo enfrente, un hotel fantástico: el Hotel Spa Empúries. Hiper recomendable. Si no lo conocéis todavía, os cuento mi experiencia aquí.

Camino de Cadaqués a Portlligat

[1,15km. 20 min aprox] Acercaos a la Oficina de Turismo de Cadaqués, donde os darán mapas y más información detallada sobre esta ruta. Mirando al mar, seguid hacia la izquierda, dirección la playa de Es Poal. Durante el camino podréis apreciar algunos noraix que se conservan en el pueblo (antiguas piedras que servían para amarrar las barcas) y la casa donde se alojó Picasso el verano de 1910.

Delante de la playa de Es Poal hay una pequeña plaza con una olivera desde donde sale la calle de la Miranda, el antiguo camino a Portlligat. Subid esta calle de inclinación pronunciada hasta la ermita de Sant Baldiri.

Tras pasar la ermita, a la izquiera, seguiremos hacia la carretera que nos llevará hasta Portlligat, el puerto natural de los pescadores de Cadaqués. En esta cala se instaló Salvador Dalí con su musa Gala durante 50 años, tras decidir que este era “el lugar más bonito del mundo”. La casa museo de Salvador Dalí es más que recomendable. Leed nuestra experiencia de un fin de semana en Cadaqués.

 


Fotos: calafellvalo, jofre ferrer, Roser GoulaJaume CP BCN,
llunatica81Albert TorellóJorge Franganillo

Fin de Semana (con niños) en el Empordà más Rural

Existe una zona absolutamente preciosa (y no, no hablo de La Garrotxa) que sigue siendo uno de los secretos mejor guardados de Catalunya. Pueblos diminutos medievales, campos y paisajes infinitos, pequeñas colinas y carreteras sinuosas y el Mediterráneo a tiro de piedra. Lo mejor: pese estar en pleno corazón de la Costa Brava es un tesoro secreto rural, tranquilo y lejos de las aglomeraciones turísticas. ¡Bienvenidos al Gironès – Empordà!

Hemos pasado un finde MUY agradable en Can Bonet, una casa rural llevada por una pareja vasco-catalana (Jordi y Ane), joven y con ganas de hacer las cosas bien hechas. Digo «Gironés – Empordà» porque realmente es esa zona ubicada en la frontera entre ambas comarcas. Técnicamente, Can Bonet se ubica en el Gironés pero por sus características de paisaje se parece más al Empordà / Costa Brava interior.

Y hemos estado tan a gusto que ya es una de nuestras casas rurales favoritas en Catalunya. Muy recomendable si sois una familia con niños y también si sois una pareja buscando una escapada romántica (impresionante su apartamento La Pallissa, con ventanales al bosque!!!).

La casa se ubica en el pueblo de Sant Martí Vell, que es uno de los muchos pueblos medievales de la zona. Un pueblo como sacado de un cuento de hadas; precioso, bucólico y muy auténtico. Lo mejor: la tranquilidad del entorno.

Gallinas, ocas y muchos juegos

Can Bonet tiene 3 apartamentos rurales independientes. Estuvimos en La Volta (dos familias con niños) y la verdad es que estuvimos muy cómodos y a gusto. El apartamento El Celler es también para cuatro personas.

Tienen gallinas y ocas y las peques se lo pasaron en grande dándoles de comer y recogiendo los huevos (…y comiéndolas por la noche en forma de tortilla, sin dejar ni un trozo!).

Más diversión para los peques de la casa: tienen un montón de juegos, motos, tractores y bicicletas... ¡Y una caja enorme llena de juguetes! Por si fuera poco, cuando consigan levantar la cabeza de los juguetes, verán una casita de madera, un columpio, porterías de fútbol, red de badminton y una hamaca que va ser el mejor columpio que hayan probado nunca 🙂

Ruta por los pueblos medievales más bonitos del Empordà (y Gironès)

Además de Sant Martí Vell, muy cerca tenéis otros pueblos medievales preciosos. Algunos como Madremanya, Palau-Sator, Foixà y La Pera siguen alejados de las masas turísticas. Si tenéis tiempo, merece la pena parar en todos ellos. Se visitan en pocos minutos y apenas hay 10 minutos en coche entre uno y otro.

Otros como Pals, Peratallada y Monells ya salen en todas las guías de viaje de la Costa Brava y son más turísticos pero siguen mereciendo MUCHO la pena. Si podéis ir fuera de temporada alta, vais a disfrutar explorando sus calles empedradas a vuestro aire y sin prisas.

Para más info podéis echar un vistazo a este otro post sobre los pueblos con más encanto del Baix Empordà

Cicloturismo y senderismo

Si os gusta moveros, desde Can Bonet salen varios caminos para explorar las montañas de Les Gavarres y para visitar los pueblos medievales. Por ejemplo, en media hora aprox (a ritmo adulto) llegáis a Madremanya (pedid a Jordi y Ane que os indiquen donde dejar el coche).

Intentamos llegar nosotros también a Madremanya pero recogiendo piedrecitas, palos y romero nos quedamos a mitad de camino… 😉

La excursión que sí pudimos completar fue ir andando desde Can Bonet a la Hípica, cruzando el pueblo de  Sant Martí Vell y caminando tranquilamente por un camino rural muy fácil. La recompensa tras 40 minutos andando: ¡ver trotar a los caballos!

Si os gusta el cicloturismo, también podéis hacer una ruta por los pueblos medievales en bici. Es una zona muy conocida para practicar cicloturismo, llena de caminos rurales poco transitados. En Can Bonet os dejarán bicis para toda la familia.

can bonet 2

Experiencia con el tractor

Si os alojáis en Can Bonet podéis elegir también realizar una de sus experiencias. A nosotros nos atrajo lo de ir en tractor y fue un acierto 🙂 Las dos niñas mayores disfrutaron dando una vuelta en el enorme tractor de Jordi.

Otras experiencias chulas que ofrecen: cesta de bienvenida, noche bajo las estrellas, descenso en kayak por el río Ter, alquiler de bicis eléctricas y pack romántico.

En el corazón de la Costa Brava

Nosotros fuimos en febrero; no pasamos frío pero claro tampoco era momento de ir a la playa… Si vais en primavera  – verano, tenéis muy cerca de Sant Martí Vell algunas de las mejores playas y calas de la Costa Brava. Las que os quedan más cerca: el cap de Begur con sus maravillosas calas, Tamariu, l’Estartit y la platja de Pals.

Si preferís no poner el pie en la arena, no os preocupéis: en Can Bonet tienen piscina 🙂

Restaurantes. ¿Dónde comer?

Aunque comimos y cenamos en el apartamento, os dejo dos recomendaciones personales, que pudimos descubrir ese fin de semana. ¡Hiper recomendables!

  • Bar L’Escola: bar de pueblo, auténtico, con comida informal:  tapas y bocadillos. Un lugar muy familiar y también muy conocido. Se ubica en la plaza mayor de La Pera. Una recomendación: reservar antes de ir porque es muy conocido y a menudo está lleno (es un local pequeño).
  • Restaurant La Trobada: muy cerca del anterior. De hecho, justo delante de la carretera que se desvía a La Pera. Aunque pueda parecer un bar de carretera, es un restaurante casero buenísimo y muy orientado a grupos y familias. En invierno tienen «menú calçot» y cuentan con un espaciocon juguetes para que los niños jueguen a su aire.

Si os interesa el tema gastronómico, Ane y Jordi os darán más recomendaciones de restaurantes de la zona, según vuestros gustos.

 

Qué hacer en Berga y Berguedà con niños

Hace muchos y muchos años, unos dinosaurios se instalaron cerca de una mina por la que pasaba un tren que llevaba cemento por un valle precioso lleno de oro negro. Al lado de una cueva natural, surgió un jardín mágico lleno de formas curiosas que hicieron que la virgen bajara del santuario con su burro autóctono. Bienvenidos al Berguedà 😉 

Vale, me habéis pillado, es una historia inventada pero lo que no me invento son todas las cosas chulísimas y curiosísimas que hay cerca de Berga. ¡Ojo! Dinosaurios, minas de carbón, trenes de cemento, cuevas naturales llenas de oro negro, santuarios con vistas alucinantes y sí, también, el centro mundial del burro autóctono catalán.

Hace poco estuvimos de glamping en Berga. ¿Glamping? Sí, ese concepto estupendo que representa «ir de camping con glamour» – es decir, con todas las comodidades de un hotel, pero en medio de la naturaleza. Y si os soy sincera, debo reconocer que antes de nuestra experiencia, creía que no había muchas cosas a hacer por allí aparte de La Patum. Y me equivocaba por completo. ¡No exagero si digo que Berga (y el Berguedà) es un destino genial para un fin de semana en familia!

Elegimos Berga sobre todo por el alojamiento. Buscábamos un alojamiento familiar en el que pudiéramos hacer cosas con nuestra hija en caso de frío o lluvia. Y que estuviera cerca de La Cerdanya para poder encadenar los otros dos días de puente con la familia.

Fue solo una vez allí, casi por sorpresa, que descubrimos una gran cantidad de cosas a hacer con niños en los alrededores de Berga. Por eso, el Berguedà ya está en nuestra lista de destinos favoritos para ir con niños.

 

Cosas a hacer cerca de Berga…

Puente Romano de Sant Quirze de Pedret

Un puente romano precioso, bien conservado y desde el que salen algunas excursiones a pie. Merece mucho la pena que os acerquéis a Sant Quirze de Pedret, que está a 5 minutos en coche de Berga. Llegáis en coche hasta el mismo puente, donde hay un aparcamiento libre grande. Una vez cruzado el puente, tenéis la opción de subir al santuario de Sant Quirze (por la rampa o por las piedras).

Santurario de Queralt

Vistas de Berga desde el Santuario de Queralt

Una visita a Berga no está completa sin pasar por el Santuario de Queralt, desde el cual tendréis una vista panorámica de Berga, del Cadí, de Montserrat y del Montseny. ¡Sí, prácticamente de toda la Catalunya central! Son 15 minutos en coche subiendo una carretera con algunas curvas, pero merece la pena.

Fuives: El Centro Mundial de Burros Catalanes Autóctonos

Fuives, Ruc Català

A 10 minutos en coche de Berga se encuentra la granja de Fuives, el centro mundial del burro catalán. A los que no sois de Cataluña quizás os sorprenda (e incluso os haga gracia;)), pero el burro catalán es un animal muy querido por los catalanes y muy «nuestro». El burro catalán es oscuro con el morro blanco. En esta granja crían burros autóctonos para conservar la especia desde hace 40 años y realizan visitas de 11h a 13h, por 5€.

Minas de Cercs y Huellas de Dinosaurios

El museo de las Minas de Cercs y Fumanya está a 10 minutos en coche y os permitirá entrar en una mina y explorarla por dentro. Entraréis unos 800 metros en tren minero y saldréis de ella caminando tranquilamente. Podréis visitar también el museo minero para saber cómo funcionaba la mina y como bonus final veréis huellas de Dinosaurio. Fumanya es una antigua explotación de carbón al aire libre donde se ha descubierto un espectacular yacimiento con miles de huellas, huesos y huevos de dinosaurio.

Algo más lejos… A una hora de Berga…

Jardines Artigas en La Pobla de Lillet y Tren del Cemento

Los Jardines Artigas son obra de Antoni Gaudí, cuando los construyó al Sr. Artigas como agradecimiento por haberle alojado en su casa en la Pobla de Lillet. Como podéis imaginar, son jardines preciosos, en los que naturaleza y arquitectura se fusionan a la perfección. Precio entrada a los jardines: 4,15€.

Justamente en los Jardines Artigas tenéis una de las paradas del antiguo tren del cemento que hoy día realiza un circuito turístico. Esta línea de ferrocarril unía la antigua fábrica de cemento Asland de Castellar de n’Hug con Guardiola de Berguedà, desde done partía la línea del ferrocarril hacia Berga y Manresa. A bordo del tren del cemento descubriréis el paisaje del Berguedà. Además de los Jardines Artigas, el tren también tiene parada en La Pobla de Lillet, La Pobla Centro y el Museo del Cemento-Castellar de n’Hug. El trayecto dura unos 20 min.

Fuentes del Llobregat y Pueblo Medieval de Castellar de n’Hug

El río Llobregat es uno de los más importantes de Cataluña y nace en las montañas del Berguedà. Más concretamente en el pueblo de Castellar de n’Hug. Una excursión fácil y preciosa y muy recomendable si vais con niños. Para mí, una de las excursiones más míticas y esenciales de Catalunya. Dejáis el coche en el Hostal Les Fonts y andáis los 800 metros hasta las fuentes o bien subís en coche hasta el aparcamiento Les Fonts (600m bosque adentro, una vez pasado el hostal).

El recorrido por las Fuentes del Llobregat está muy bien señalizado y preparado, con unas vallas de madera; hay varios escalones pero no son complicados. ¡En época de lluvias o deshielo, los saltos de agua son bastante impresionantes! La entrada es libre.

Tras la visita a la Fonts del Llobregat, muy recomendable que deis un paseo por el pueblo medieval de Castellar de N’Hug, a sólo 3km de las fuentes. Situado en la cima de la montaña, tendréis una vista fenomenal a la montaña del Pedraforca.

Si os entra hambre, os encantará saber que en Castellar de n’Hug son especialistas en hacer croissants gigantes y buenísimo. Si es la hora de comer, os recomiendo el restaurante Hostal La Neu, que cuenta con menú casero riquísimo, sirven rápido y tendréis buenas vistas al paisaje de los alrededores.

Mina de Petróleo de Riutort

Mina de Riutort. Foto de Gmorenocollado

Mina de Riutort. Foto de Gmorenocollado

La visita a la Mina de Petróleo de Riutort se realiza a lo largo de las galerías de la mina que, en realidad, se parece más a una cueva natural – con la singular particularidad que esconde piedras impregnadas de oro negro. Durante la explicación de la visita conoceréis mejor las características del petróleo, desde su formación, extracción y utilización, pasando por sus posibilidades, problemas e incertidumbres. La Mina de Riutort está muy cerca de La Pobla de Lillet y la entrada cuesta 4,50€.

Dónde Dormir en Berga

Nos alojamos en el Berga Resort y lo volveríamos a hacer con los ojos cerrados. No solo estuvimos de fábula en el chalet nº7 sino que además encontramos un trato muy agradable y atento.

Una mención especial para el empleado de recepción que nos convenció de subir al Santuario de Queralt a las 17h, simplemente contándonos su propia experiencia de esa mañana y mostrándonos fotos con su iPhone. Con gente local tan apasionada por su tierra es fácil convencer a los foráneos 🙂

El Berga Resort es un camping con todas las comodidades de un resort. Una pequeña «ciudad» dedicada al ocio y al descanso familiar. Nosotros nos decidimos al ver la cantidad de cosas que ofrecía — sería un plan perfecto en caso de lluvia o frío. Atentos:

  • dos piscinas climatizadas cubiertas (una para nadar, otra para jugar),
  • un chiquipark enorme y cubierto («saltypark» lo llaman ellos), para niños a partir de 1 año,
  • un parque infantil con tirolina y varios toboganes y castillos de distintas dificultades,
  • talleres y actividades para niños con animador,
  • spa con circuito de aguas,
  • pistas de tennis y pádel,
  • y para verano: piscinas al aire libre que incluyen zona para peques y tobogán acuático (!!!)

Aunque si le preguntaseis a nuestra hija qué es lo que más le gustó, estoy convencida de que diría: la buhardilla abierta del chalet en el que dormíamos. Los chalets son como bungalows de madera pero más grandes. Tienen dos habitaciones abajo y una tercera en un altillo que nosotros usamos como «sala de juego» y «lugar mágico».  Nuestra hija se pasó los dos días ensayando cómo subir y bajar por la escalera, y jugando largos ratos cada tarde-noche en la buhardilla.   

El Berga Resort cuenta con bungalows, mobil-homes y chalets, además de espacio para tiendas de campaña y rulots. Muy recomendable reservar un chalet si sois una familia con niños, ya que dispondréis de mucho espacio y estaréis cómodos. Todo es de madera, muy acogedor y cálido. La temperatura, perfecta y las camas comodísimas. Y yo repito: ¡así sí que se puede ir de camping!