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Pueblos con encanto de la Toscana

cortona

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La Toscana: ese viaje que tenía pendiente desde hacía tanto tiempo. Hemos estado 8 días por esas tierras …y decir que nos ha encantado, es poco. Creo que ya es uno de nuestros destinos favoritos, Top 3. Seguro.

En casa siempre hemos sido muy fans de hacer rutas en coche; y éste es un viaje de mucho coche y paisaje. Un viaje sin prisas, con mucho tiempo para saborear un plato o unas vistas, y con calendarios abiertos para poder improvisar. Sin duda, un viaje que hay que hacer una vez en la vida.

A pesar de que es una zona muy turística, todavía existen pueblos preciosos y rincones por los que merece la pena pasar la tarde, sin hacer nada, viendo la gente pasar y comiendo un helado.

Disclaimer: no preparéis demasiado vuestro viaje, dejad lugar a la improvisación. Apuntad estos nombres en el mapa e intentad improvisar el resto. Es un gran país por descubrir (mapa en mano, eso sí).

Arezzo

Arezzo es para mí, una «pequeña Siena», más local y menos concurrida. Fuimos una tarde para cenar y salimos encantados. La primera sorpresa: saber que en Arezzo se han filmado una gran película: La Vida es Bella. A lo largo de la ciudad de Arezzo veréis carteles que explican el rodaje y cuentan curiosidades sobre las localizaciones. La segunda: coincidir con las Fiestas de Arezzo y poder ver los entrenos de las Justas de caballeros (entorno 18-20 junio). Ver el pueblo preparándose para la gran fiesta (sábado por la noche) fue realmente inspirador: banderas de colores en cada barrio, street art, habitantes que vestían con el pañuelo del color de su equipo y la plaza central vestida con escudos de colores para la ocasión.

Si cenáis en Arezzo, no os perdáis la pizzeria-ristorante «Mi va di più» (Via Garibaldi, 36 – Piazza San Agostino), recomendado por una familia de Arezzo que encontramos. Según mi hermano, «la mejor pizza que comió en este viaje». Y para mí, los mejores gnocchi en mucho tiempo. Si buscáis alojamiento, echad un vistazo a los más de cien hoteles en Arezzo.

 


Cortona

Cortona es una ciudad etrusca, construida (como casi todo en la Toscana) a lo alto de una colina y rodeada por una muralla con más de 3.000 años de antigüedad. Aquí abundan los turistas americanos y las galerías de arte (pero no es un lugar elitista, sino un pueblo que sabe sacar partido del turismo). En Cortona y alrededores es donde se rodó la película Bajo el Sol de La Toscana (¿de aquí que haya tanto turismo americano? Una camarera incluso nos dijo de forma irónica que Cortona es una «colonia americana»).


Montepulciano

Por nominación (casi) unánime de toda la familia, Montepulciano es el gran vencedor de la Toscana. Este precioso puebo medieval, situado en el Valle del Orcia, al sureste de Siena, fue una de las sorpresas más agradables del viaje. Lo que lo diferencia del resto de pueblos es que aquí éramos (casi casi) los únicos turistas (ojo: finales de junio). Su más que espectacular plaza en lo alto de la colina fue la guinda a un pastel lleno de cosas cuquis, tiendas artesanales, niños que jugaban a pelota en las calles, galerías de pintores contemporáneos y calles que subían girando alrededor del pueblo. Las calles suben, sí, pero la plaza del pueblo merece muchísimo la pena. Querréis parar el tiempo. Si buscáis alojamiento, echad un vistazo a este hotel con encanto, preciosísimo y muy «típico» llamado Villa Notolla.


 Pienza

Una visita por el valle de Orcia no está completa si no pasáis por Pienza. Podéis hacer el triángulo magnífico Cortona – Montepulciano – Pienza y os aseguro que os encantará. Pienza es el más pequeño de estos tres pueblos pero llegar hasta allí merece la pena para poder ver paisaje del Valle del Orcia. Entre Montepulciano y Pienza encontraréis las famosas colinas de color amarillento-amarronado de la Toscana. Desde el propio pueblo hay una buena panorámica al valle que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, pero no dudéis en pararos por el camino si encontráis paisajes bonitos. Otra recomendación: de Montepulciano a Pienza pasad por las carreteras secundarias, entre campos y viñedos.


Región del Chianti: Greve, Radda, Panzano…

El Chianti es una de las regiones del vino de la Toscana, situada entre Florencia y Siena. Ideal recorrerla en un día (o dos) muy tranquilamente, parando en cada pueblo, tomando fotos, visitando viñedos…. Las colinas aquí son más pronunciadas que en el sur de la Toscana y hay bastantes curvas. El paisaje también es distinto: mucho verde, viñedos y bosques húmedos. No os perdáis Greve in Chianti (con su preciosa plaza central), Panzano (y sus viñedos), Radda y Castellina, especialmente si os gusta el tema etrusco. Nuestro intercambio de casa estaba en esta región y pudimos recorrer las carreteras el Chianti varios días, parando incluso a comer en trattorias locales (en Dudda) y visitando bodegas ecológicas. El Chianti da para un post entero : leeros nuestras recomendaciones del Chianti en este otro post.


Siena

No sé si Siena cuenta como «pueblo» pero nos gustó tanto que merecía entrar en esta lista. Muchos menos turistas que en Florencia y calles preciosas por las que perderse. En Siena querréis ver la Plaza del Campo (donde se celebra el Palio cada 2 de julio y 16 de agosto) y el Duomo (si decidís entrar: 25 euros). Para comer, nos recomendaron la trattoria Papei, detrás del Ayuntamiento (Comunale, en el Palio), en la plaza del Mercado. Vale, no es el mejor restaurante italiano pero la calidad y precio no están mal. Ver hoteles en Siena


Monteriggioni

Monteriggioni es pequeño pero encantador. Para los que conocéis la Costa Brava, es un «Peratallada en la Toscana». Callejuelas, flores y tiendas en las que te lo comprarías todo: por ejemplo, un barretto! Está a lo alto de una colina y su muralla es circular, lo que lo hace especialmente curioso. Saliendo de Monteriggioni, dirección Volterra tendréis las vistas del pueblo. El 21-22 de junio en Moteriggioni se celebra el festival de la Viandanza, dedicado al «slow travel» y a los fans de viajar sin prisas, en bici o a pie.


San Gimignano

San Gimignano es uno de los pueblos más famosos de la Toscana. Seguro que pasaréis por allí, sale en todas las guías. Sus 14 torres lo hacen curioso, pero sus centenares de turistas paseando le quitan una parte del encanto. Lo que más nos gustó de San Gimignano fue coincidir con las Ferie delle Messi (fiestas de la recolecta, 14-16 Junio), una fiesta medieval en la que el pueblo se viste de la Edad Media y hay comparsas de caballeros, bailarinas, animales, etc. En San Giminiano no tendréis problemas para el alojamiento; ¡lo difícil será elegir en cuál quedarse! Desde B&B con vistas hasta agriturismos con encanto, encontraréis vuestra opción seguro: ver hoteles en San Giminiano.


Volterra

Volterra es un pueblo etrusco, sobre una colina (sí, la historia se repite). Creo que si no fuera porque era ya el último pueblo que visitábamos, ¡nos hubiera encantado! Tiene mucho ambiente, restaurantes, tiendas y heladerías. Especialmente recomendado el paseo alrededor de la muralla (acceso libre, gratuito)  para ver el teatro romano y las vistas desde el pueblo. Ah , y armaros de valor para llegar hasta allí: las curvas son infinitas!!

De camino entre Monteriggioni y Volterra descubrimos otro pueblo precioso: Colle di Val d’Elsa. Íbamos con el tiempo justo y no pudimos parar pero tenía muy buena pinta.


Florencia

Florencia es bonita pero parte del encanto se fue con el bochorno, el tráfico y la cantidad de turismo que había. Como gran ciudad, no debería estar en esta lista de «pueblos» con encanto… pero dejarme sólo que os haga una recomendación: no os perdáis la Piazzalle de Michelangelo. Fabulosas vistas a los tejados de Florencia, especialmente al atardecer si cae el sol. Tendréis que subir en bus o en coche, ya que se encuentra en una colina. Por lo demás, ya sabéis: paciencia para visitar junto a miles de turistas el El Duomo, la Piazza della Signoria, el Palazzo Vechio, el Ponte Vecchio, la Santa Croce, los jardines del Palazzo Pitti, los Uffizzi (a menos que seáis fans de la historia del arte, no entréis – menudo tostón) y la galería de la Academia donde está el verdadero David de Michelangelo. De todo esto, nosotros visitamos poco y acabamos pagando 30 euros por 6 cafés y dos helados. Mi recomendación es que os alojéis en el interior de la Toscana, pero si os apetece visitar bien a fondo Florencia, quizás sea buena idea alojarse una o dos noches en la ciudad–> Ver hoteles en Florencia.

Estos fueron nuestros pueblos favoritos de la Toscana. Seguro que hay más e incluso menos conocidos. Lo tendremos que dejar para otro viaje. También tuvimos que dejar aparacadas Lucca y Pisa, por quedarnos lejos de la casa y por preferir hacer pueblos más pequeños. Si pasáis por el norte quizás os interese saber que Pinocho «nació» en La Toscana. El Autor nació en Collodi (cerca de Lucca) y existe un parque dedicado al famoso muñeco de madera.

Recomendación finales

 


 

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