Sempre Viaggiando

El viaje de la maternidad

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La pequeña O (así podríamos llamarla en este blog de ahora en adelante) duerme. Hoy duerme todo lo que no ha dormido en una semana. Mientras tanto, yo aprovecho para escribir estas líneas, desconociendo si podré terminar el post o habrá alguna interrupción que lo impida.

Ha pasado ya un mes y una semana (incluso algo más) desde que O naciera. Menudo mes, menuda aventura en la que nos hemos metido, ¡menudo viaje improvisado! Sí, eso es: la maternidad es como un gran viaje que por mucho que quieras planificar sale como sale y más de una vez hay que improvisar para salir adelante.   

 

No podemos quejarnos. Ella se porta muy bien — es más bien que sus padres a veces no tienen mucha idea de lo que le pasa o se equivocan.

A veces le dan «crisis» que acaban con mi paciencia (y eso es algo que acabo de descubrir: no tengo paciencia- ¿Dónde se compra?) pero que luego leo en internet (¡benditos los foros de maternidad!) que «es normal» y que a tantas otras madres les pasa / les ha pasado . La crisis de la lactancia de los 20 días, la del mes y medio, el bebé que llora en el pecho porque en realidad tenía sueño y no quiere beber más, el síndrome de la cuna con pinchos, los llantos y gemidos mientras está dormida, los gases, el chupete sí o el chupete no, los colores de las cacas… Señores, esto es un mundo. Lo de ser madre o padre no te lo puede contar nadie hasta que no lo eres. Para lo bonito y para lo agotador. Un trabajo full-time al cual aplicas con tantísima ilusión y cuando te lo dan, alucinas como no ponen más becarios para ayudar en un puesto como éste. Pero si tantas otras mamás lo han conseguido, y tantas otras repiten, será que se puede, ¿no?. «Al final, compensa» te dicen todas. ¡Vaya frase! Y no sabes si te lo dicen por lo que ya has pasado estas primeras semanas ….o por lo que va a venir. Que venga lo que sea, que mientras esta ricura nos siga sonriendo en el cambiador al oír nuestra voz por la mañana, todos los males se curan 🙂

Cosas que hemos aprendido en este primer mes:

O se ha despertado. El viaje continúa. Próxima parada… ¿el cambiador?

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