Llevamos ya 10 días en Melbourne y, a pesar de que han servido sobre todo para ponernos al día en el trabajo y en nuestro ritmo de vida post-jet-lag, estos días han dado para mucho. Aquí va un pequeño resumen para los que no estáis al día a través de Facebook. Canguros, koalas, jardines botánicos, paseos en bici y muchos planes por delante.
Con el final de la primera etapa de nuestro viaje por el mundo, toca empezar a hacer balances. Empezamos por el monetario. Alojamiento, compras en el supermercados, cenas y comidas fuera, entradas y visitas, helados, cupcakes y meriendas, taxis, metro…. ¿Queréis saber cuánto nos ha costado estar 1 mes entero en Nueva York?
¡Hemos sobrevivido al vuelo de 22 horas (6+16) hasta Australia! No ha sido peor que cualquier otro vuelo de 4-5 horas. En realidad ha sido incluso mejor. Ha sido como pasar la noche en un gran albergue con 300 personas más compartiendo habitación. Así lo hemos vivido.
Cuando pensamos en conseguir un intercambio de casa en Nueva York, no se nos pasó por la cabeza conseguir un apartamento en el Upper East Side, el barrio más caro de Manhattan. Portero 24 horas, aceras anchas, restaurantes, bares, galerías de arte… Y el lujo de vivir a pocas calles de Central Park. Podríamos habituarnos rápido a esta vida cómoda y con vistas.
Es nuestro último día en Brooklyn. Mañana nos mudamos a nuestro 2º intercambio de casas, en Manhattan. Echaremos de menos Park Slope, por su tranquilidad, su ambiente familiar y su sensación de vivir sin prisas. Si visitáis Nueva York, reservaros medio día para dar un paseo por Park Slope, uno de los barrios más tradicionales de Brooklyn. Si os fiais de nuestro buen gusto, aquí van nuestras recomendaciones…
Hace prácticamente una semana que empezó nuestro gran viaje y que llegamos a Nueva York. Estamos más que adaptados al ritmo de Brooklyn (no confundir con el ritmo de Manhattan) y, por ahora, en la combinación trabajo-turismo, va ganando la primera.
Cada verano hay alguien que me pregunta por las mejores calas y pueblos de la Costa Brava. No es una ciencia exacta, realmente todas son preciosas, pero es cierto que hay algunos lugares que no debes perderte si visitas algún día la Costa Brava. Por eso, hoy comparto mis playas y pueblos recomendados en el Empordà, la «Toscana catalana».
La semana pasada llegaron a mis manos (o mejor dicho, a mis pies) un par de botas Panama Jack. De las de siempre. De las que se hacen a mano con mucho cariño desde hace un montón de años; 24, para ser exactos. Aprovechando que la previsión del tiempo no acompañaba mucho para nuestra escapada a la Costa Brava las metí en la maleta por si acaso. Hice bien: el sábado llovió, hizo tramontana y un frío poco decente para principios de abril. ¡Menos mal que iba bien calzada!