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Cómo preparar un intercambio de casas

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Las delicatessen que nos trajeron nuestros huéspedes de intercambio casas

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Tras varias búsquedas, tomas de contacto y emails, por fin consigues acordar un intercambio de casa con otra persona. ¡Genial, ha llegado el momento que estabas esperando: te vas de vacaciones y con el alojamiento gratis! 🙂

¿Y luego, qué? Cómo debes prepararte para el intercambio: ¿tienes que quitar cosas de casa? ¿Hay que esconder los objetos personales? ¿Qué haces con tu ropa? El primer intercambio siempre es un mar de dudas, pero que no cunda el pánico: al fin y al cabo, esa persona con quien vas a intercambiar casa va a tener esas mismas dudas y pronto va a pasar de ser alguien desconocido a tu más ilustre invitado. Verás como es más sencillo de lo que parece.

Tras 15 intercambios de casa muy distintos, una vuelta al mundo y algo de experiencia en la preparación de un intercambio y os puedo dar algunos consejos para los que os estrenareis pronto. ¡Atentos!

Consejos para preparar un intercambio de casa

1. «Home, clean home»: deja tu casa limpia y arreglada.

Destina el día antes de que lleguen tus invitados a limpiar y poner orden en tu casa. A nadie le gusta llegar a un sitio sucio. La verdad, es que una de las tareas que más pereza me da pero también es una gran excusa para poder hacer un baldeo general: dejas por fin tu casa impecable, tiras esos trastos viejos que hace tiempo que guardabas sin saber por qué y limpias ese rincón del armario que siempre dejabas para otro día.

La gente que intercambia su casa suele ser respetuosa y, al final del intercambio, la limpiarán para dejarla como la encontraron. En algunos casos, algunos miembros ofrecen la posibilidad de contratar una empresa de limpieza (gastos a tu cargo) para limpiar.

2. Déjales un espacio en el armario

Aunque no es obligatorio, siempre es recomendable hacerles un hueco en algún armario para que puedan dejar sus cosas. Si se trata de un armario de invitados o una cajonera, también sirve. Lo importante es dejarles un espacio para que, si quieren, se organicen mejor – sobre todo si se trata de un intercambio largo.

3. Qué hacer con los objetos personales

Ése siempre es un punto delicado. Recuerdo que en nuestro primer intercambio teníamos algunos reparos sobre el tema de dejar nuestras cosas tal cual por casa. Quitamos los imanes de la nevera, descolgamos algunos recuerdos y escondimos los álbumes de fotos. Al llegar a la casa que intercambiamos, entendimos que en realidad las fotos y decoración de cada familia es lo que precisamente da vida al apartamento y lo hace más acogedor. Por eso, desde entonces, no cambiamos nada de nuestro piso. En Barcelona hay más cosas que hacer que estarse todo el día en una casa espiando álbumes de fotos!

4. Sábanas y toallas para ellos

Déjales sábanas y toallas limpias. Es habitual que se incluyan en un intercambio de casa y así ambas familias se ahorran tener que llevarlas en la maleta ocupando espacio. Lo ideal es tener un juego de sábanas para invitados para que cuando vuelvas de las vacaciones tengas tus sábanas limpias, ya que ellos probablemente no habrán tenido tiempo de lavar y secar las suyas (sobre todo si se marchan por la mañana).

5. Realiza un manual de instrucciones

Es algo muy útil y necesario. Aunque tengas la oportunidad de recibirles en tu casa para intercambiar llaves y explicarles cómo funciona todo, es importante dejarlo todo por escrito por si se les olvida algo. Así, estarán más cómodos y no tendrán que llamarte si no saben cómo funciona alguna cosa.

Escribe algunas páginas sobre el funcionamiento de las máquinas y electrodomésticos que crees que van a utilizar durante su estancia en tu casa. Por ejemplo: cómo funciona la lavadora, cómo se accede al parking, dónde están las toallas y sábanas, cómo funciona la aspiradora, a qué hora deben bajar la basura, cómo funciona la cafetera…

Algo fundamental también es que les indiques la clave del wifi y que, si puedes, les dejes una cuenta de «invitado» para utilizar el ordenador de sobremesa. Ésta es también una de las ventajas de intercambiar casa: poder utilizar internet sin problemas para trabajar, para organizar el viaje de un día a otro o para imprimir las reservas del día siguiente.

6. Guía de recomendaciones

Otra de las ventajas de hacer intercambios de casa es poder vivir como la gente local de esa ciudad. Ver la tele, escuchar la radio, comprar en las tiendas que suelen comprar o pasear por el barrio conociendo a otros vecinos, te acercan mucho más a esa cultura y te hacen sentir totalmente integrado a un destino. Por eso, es importante que les dejes una «guía de visita» con tus recomendaciones para aprovechar al máximo esa estancia: el supermercado más próximo, las tiendas donde sueles comprar productos locales o típicos, centros comerciales, los restaurantes recomendables, lugares turísticos que no deberían perderse…

También puedes incluir cosas prácticas como: farmacias próximas, urgencias y hospitales, consulados, policía o paradas de transporte público más cercanas a tu casa. Si además puedes visualizar estas informaciones en un mapa, todavía mejor! Esto les ayudará a orientarse desde el primer día.

Algo fácil y muy útil es acercarse a la Oficina de Turismo de tu zona y pedir folletos de información y mapas. Esta información, sumada a tu guía, les ayudará a tener una información más completa.

7. ¿Nevera llena o vacía?

Eso depende también de la previsión de comida de cada uno, pero siempre es aconsejable dejarles algo para el primer día, sobre todo si llegan un día festivo. ¡No te alarmes, no van a vaciarte la nevera, ni mucho menos! De hecho, hay una norma general en los intercambios de casa que dice que puedes tomar lo que quieras mientras luego vuelvas a reponerlo.

8. Un detallito de bienvenida

De nuevo, no es obligatorio, pero siempre es agradable que te reciban con un detalle típico de la zona: una botella de vino, unas pastas o unas galletas típicas. Es un pequeño gesto que consigue simpatizar con tu huésped y convertirle en «invitado de lujo».

En nuestro caso, siempre hemos dejado galletas típicas e incluso alguna botella de vino o un zumo. Si hay niños pequeños en el intercambio, solemos dejar alguna cosilla que les guste a ellos también. Este fin de año, hemos hecho un intercambio de casa no simultáneo con unos franceses de Aviñón con quien ya intercambiamos el año pasado. Como agradecimiento a intercambiar con ellos de nuevo en fin de año, nos trajeron delicatessen típicas de la Provenza. ¡Viva!

9. Llaves y vecinos

¡Por último, no olvides avisar a tus vecinos que van a venir unos invitados a casa mientras tú no estás! No querrás que te llamen a medianoche asustados porque un desconocido está entrando en tu casa, verdad? 🙂

Si tienes buen feeling con los vecinos, pueden echarte una mano para recibir a tus huéspedes o darles/recogerles las llaves. Sino, hay otras formas de dar las llaves muy habituales: esconderlas en algún rincón del jardín de la casa que previamente te han explicado por email o teléfono, convencer a un familiar o amigo para que les reciba él, o incluso esperarles en casa y conocerles en persona antes de salir.

10. Firmad el acuerdo de intercambio

El intercambio de casa es un acuerdo entre propietarios, por lo que no se trata ni de alquiler ni de subalquiler, y no requiere ningún contrato. Sin embargo, en la web de HomeExchange siempre se aconseja firmar un acuerdo en el que se detallan las cosas importantes del intercambio de casas: fechas de entrada y salida, responsabilidades en la casa (regar las plantas, dejar el apartamento limpio, poder utilizar las instalaciones comunales como piscina, jardín, gimnasio,…), etc.


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