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De ruta (por la izquierda) por la Great Ocean Road

great ocean road

La Great Ocean Road es una de las carreteras panorámicas más famosas y espectaculares del mundo. Empezando tan cerca de Melbourne era impensable no pasar por ella. Teníamos previsto ir más adelante, pero al ver que en la previsión meteorológica decían que los dos mejores días de octubre (con 12ºC de diferencia) serían martes y miércoles, decidimos improvisar nuestra escapada last-minute y aprovechar el sol australiano.


El mar azul, los acantilados, el color rojizo de las rocas, las montañas verdes que llegan hasta el mar, pingüinos, koalas, serpientes, moteles de carretera y, sobre todo, todas esas historias que se generan alrededor de un «road trip» típico. Un viaje emblemático que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida. Nosotros ya podemos marcar un checked! en la lista –Así recorrimos la Great Ocean Road.

 

La Great Ocean Road (porque «Carretera del Gran Océano» no suena tan impresionante) tiene aproximadamente 240 km y va desde Torquay hasta Allansford, casi siempre muy cerca del mar -lo que significa que hay bastantes curvas. A lo largo del recorrido hay varios puntos de interés (sobre todo vistas panorámicas), aunque se trata sobre todo de un viaje en el que paras unos minutos y continúas la ruta.

El punto turístico culminante (y el motivo por el que tanta gente hace 5 horas de curvas) es ver The Twelve Apostles (Los Doce Apóstoles), un agrupamiento de agujas de piedra caliza que sobresalen del mar en la costa del Parque Nacional de Port Campbell (gratuito). Las agujas son fruto de la erosión por la acción del agua, por lo que en los próximos miles de años podrían crearse nuevas cuevas y agujas en el Parque. Más info en Wikipedia.

Doce Apóstoles

Port Campbell National Park

Muchos de los turistas que visitan Melbourne se escapan un día en autocar para ver los 12 Apóstoles reservando un tour guiado. Estuvimos pensándolo nosotros también pero creímos que sería mejor verlo por nuestra cuenta, alquilando un coche y parando donde quisiéramos; y aunque fueron muchas horas de conducción, acertamos totalmente.

Uno de los principales motivos de ir a tu aire es poder ver los 12 Apóstoles al atardecer o al amanecer, cuando todos los tours ya están de vuelta y el parque está mucho más tranquilo. Por no decir que la luz entonces es espectacular y hace que el momento sea absolutamente mágico. (Durante la puesta de sol, un turista alemán le pidió matrimonio a su novia! El lugar tiene magia para todas las culturas, sin duda).

Doce Apóstoles al atardecer. Con el trípode preparado.

Doce Apóstoles al atardecer. Esperando la puesta de sol.

Los «pros» también esperan la puesta de sol con trípode

Momento de disparar

Alquilamos un Golf con Europcar, con la suerte que una vez en la oficina, nos dieron un Audi A3 con GPS incorporado – menudo upgrade! Obviamente, lo elegimos automático. Conducir por la izquierda ya era para nosotros (conductores poco habituales) un reto en mayúsculas. Lo cierto es que conducir por la izquierda en Australia es bastante fácil. La «crisis» sólo aparece cuando llegas a una intersección y tienes que pensar por donde vienen y en qué carril debes colocarte. Pero una vez encarrilados por la izquierda, es cuestión de tirar millas. Y en la Great Ocean Road a veces te van recordando (por si te olvidas con los impresionantes paisajes) que «aquí, se conduce por la izquierda».

 

 

Carteles recordatorio tras una parada panorámica

Con un A3 es mucho más fácil

Nuestra recomendación: a pesar de que la mayoría de gente hace la ida por la costa y la vuelta por el interior, nosotros lo hicimos al revés y creo que no nos salió nada mal la idea. Esto te permite llegar directamente a los Apóstoles el primer día, visitarlos por la tarde con la puesta de sol y si quieres también al amanecer. Y al día siguiente te vas tranquilamente siguiendo la costa y parando donde te apetezca. Lo único que debes tener en cuenta en este caso es que la mayoría de paradas panorámicas estarán al otro lado de la carretera (deberás cruzarla cada vez).

 


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Aunque los Doce Apóstoles ya son un reclamo en sí, toda la carretera está llena de vistas impresionantes. No os perdáis el Loch Ard Gorge (a pocos kilómetros de los Apóstoles) ni el Arch (a 20km). Apollo Bay es una parada interesante para comer (nuestra recomendación: el Café 153, en la misma carretera; no tiene pérdida). Y si queréis emociones fuertes, subid al Teddy’s Lookout (ojo que algunas calles son muy inclinadas), desde donde las vistas son totalmente impresionantes.

Otro de los reclamos de la Great Ocean Road son los koalas salvajes, en libertad. Buscamos por todo el camino pero el único lugar donde los vimos fue en la carretera que va hasta el Faro de Otway. Hay algunos espacios en la propia carretera donde puedes pararte sin problemas, buscarlos y hacer fotos (probablemente no serás el único). Son monísimos. Además de koalas, la zona de la Great Ocean Road es muy salvaje y hay todo tipo de animales – incluídos canguros y serpientes. (Ojo al conducir con los canguros que se cruzan; unos turistas españoles nos contaron que justo después de la puesta de sol se les cruzó un canguro – menudo susto!)

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