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Un baño con delfines en Bay of Islands

La punta norte de Nueva Zelanda es uno de los lugares donde se vive mejor, según los propios kiwis. Aquí el riesgo de erupciones volcánicas y terremotos es menor (menos mal) y el deporte nacional es salir a navegar y pescar con sus barcos. Una zona tranquila, sin prisas y con buen clima. Allí se encuentra Bay of Islands que además de ser una preciosa bahía llena de pequeñas islas es el lugar donde viven todo tipo de animales marinos; entre los más graciosos, los delfines.

Nuestra casa de intercambio está en Warkworth, entre Auckland y Northland, a dos horas y media de Bay of Islands. Hace unos días, reservamos un coche en el taller local de Warkworth (Rodney Rental Cars, 22 Glenmore Drive, Warkworth) y pusimos rumbo al norte. Dos hora y media de ida y otras dos y media de vuelta en un mismo días con el único objetivo de ver delfines y nadar con ellos.


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Coduciendo sin parar, llegamos a Paihia puntuales para el tour del mediodía y tras el briefing del capitán zarpamos con nuestra barquita a explorar Bay of Islands en busca de delfines. La primera sorpresa fue descrubrir que en el tour éramos unas 15 personas y la media de edad estaba en los 27 años. Sin duda, el tour más joven que hemos hecho en todo este viaje!!! Nada raro si tenemos en cuenta que el objetivo principal de la excursión era lanzarse al mar a una temperatura de 18ºC y perseguir a los delfines nadando tras ellos. ¿¡Suena divertido, no?! Supongo que los mayores se conforman con ver a los delfines a lo lejos mientras toman una taza de té caliente (ya llegará el día que prefiramos eso nosotros también…).

La empresa Fullers Great Sights es una de las encargadas de realizar los tours para ver delfines en Bay of Islands. Nos decidimos por ellos por ofrecer garantías ecológicas, hacer un tour menos comercial y más casero, con poca gente y que te permite estar más cerca del agua y, sobre todo, porque ellos ofrecen la posibilidad de nadar con los delfines. Además, en la excursión te acompaña una bióloga que lleva más de 20 años observando los delfines de Bay of Islands y les reconoce con solo asomar la aleta. Impresionante.

Tras navegar por la bahía unos 25 minutos el barco se paró. El capitán nos contó que en el tour de la mañana habían visto delfines en ese punto. Cada uno de nosotros se fijaba en algún punto del mar en busca de aletas de dos palmos. Pero nada. Ya no estaban allí. Tras arrancar de nuevo el barco, a los cinco minutos volvimos a pararnos. ¡Delfín a la vista! Esta vez sí. Cinco delfines, todos juntos, nadaban casi en la superficie. Nuestra bióloga nos contó que estaban durmiendo y el sueño podría durar 10 minutos o 1 hora.

Desafortunadamente para ellos y afortunadamente para nosotros no tardaron mucho en despertarse. Pudimos verles como se reincorporaban poco a poco y, mientras, nosotros nos pusimos el neopreno, las gafas y un par de aletas. Si había ocasión de saltar  al mar con ellos teníamos que estar preparados. Tras comprobar que no había ningún delfín pequeño con ellos y que parecían estar de buen humor (algunos hasta se habían acercado a saludarnos), la biológa nos dio la aprovación para saltar al agua. Saltaron primero dos chicas, y tras un primer intento fallido de ir a buscarles (¡nadan muy rápido!), de repente los delfines se dieron la vuelta y decidieron jugar con nosotros. ¡Todos al agua! Saltamos uno detrás de otro intentando no hacer ruido para no molestarles.

Se quedaron en el barco el capitán, la bióloga y un par de pasajeros que decidieron que el agua estaba demasiado fría. Ellos nos guiaban para saber hacia donde nadaban los delfines. Lo cierto es que dentro del agua solo puedes hacer una cosa: nadar en la dirección que van ellos y no ir demasiado junto a otras personas, porque en realidad son los delfines los que deciden jugar contigo, nadando por debajo tuyo y usándote «de cono marino» para nadar haciendo zig-zag. Fueron cinco minutos (y pasaron muy rápido) pero pudimos ver a un metro de nosotros como los delfines pasaban delante nuestro moviendo su cola.

Los delfines se fueron rápido, con un par de aletazos. Nosotros subimos al barco de nuevo para secarnos y recomponernos. Felices y contentos por haber cumplido nuestro objetivo, ahora ya sólo quedaba disfrutar del resto del tour por la bahía. El capitán aprovechó ese rato para mostrarnos calas y rincones bonitos de la bahía. Agua transparente, de color verde tropical, y playas desiertas y salvajes. Un paisaje precioso.

De repente, alguien exclamó un «Oooooh» gigante en el barco. Aseguraba haber visto un delfín saltando. ¡Y sí, bingo! Dimos con otro grupo de delfines, éstos más juguetones que los anteriores. Paramos el barco a una distancia prudencial y salimos todos a proa para disfrutar en directo de un espéctaculo natural. Delfines saltando, en grupos de dos y tres, o a veces solos, moviendo la cola o trompeteando. La bióloga nos contó que esto es algo natural que hacen, a menudo para reclamar la atención de otros delfines. Daban saltos espectaculares de un par de metros y a nosotros se nos escapaba algún «Oh!», «Ah!», «Wow!» como banda sonora.

En libertad, los delfines pueden vivir  hasta 60 años, mientras que en captividad (zoos, acuarios) enferman rápido y viven apenas diez años. Nos encantó conocerles en su estado natural, nadar junto a ellos (o intentar perseguirles) y aprender un poco más de sus curiosos saltos. Si tenéis ocasión de nadar algún día con delfines, no lo dudéis ni un segundo. Esta será otra de las grandes experiencias que recordaremos de este viaje.

 

CONSEJOS PARA IR A VER DELFINES

· A diferencia de las ballenas, los delfines no se encuentran en aguas tan profundas y por eso no suelen haber muchas olas. En este caso, además, al navegar dentro de una bahía, el mar estaba bastante calmado – algo parecido a navegar en la Costa Brava, por ejemplo.  Sin embargo, si soois de los que os mareáis con facilidad, tomad algo antes de subir al barco.

· Llevad ropa de abrigo porque suele correr viento y después de meterte en el agua necesitarás sentirte abrigado.

· Para nadar con delfines es imprescindible saber nadar bien. Muy bien. No hay colchonetas ni churros para aguantarte; debes lanzarte al agua y nadar (a fondo) para seguir a los delfines. Si no sabes nadar bien, puedes verlos desde el barco. También hay otros tours más de observción.

· Un termo con café o alguna bebida caliente no sería mala idea para después del baño. En el barco puedes comer y beber pero ellos no venden nada; asegúrate de llevar algún snack en la mochila porque son 4 horas de excursión.

 

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