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Hobbits por un día en Hobbiton

Hay algunos lugares del mundo que pasan desapercibidos hasta que un día tienen la suerte de desubrir un tesoro (mi tesoro!) y, de repente, por arte de magia se convierten en lugares archiconocidos mundialmente. Es el caso de Matamata, un pueblo remoto de Nueva Zelanda en el que antes de 1998 la vida transcurría tranquila entre ovejas y vacas. Un buen día, el equipo de rodaje de Peter Jackson descubrió la granja Alexander en esta población granjera cerca de Rotorua y desde entonces, Matamata se convirtió en uno de los lugares más turísticos de la Nueva Zelanda. ¿El motivo? ¡Hobbiton!

Un Hobbit feliz

Casa de Sam

Arnau, como muchos de nuestra generación, es un gran fan de las trilogías de Tolkien así que la visita a Hobbiton era uno de los puntos más esperados del viaje por Nueva Zelanda. Cruzar el mundo y no ver dónde vive Frodo hubiera sido una auténtica catátrofe!

El pueblo de los Hobbits existe y es tal cual como en las películas –  incluso más bonito. Se encuentra en medio de la granja Alexander, donde conviven Hobbits y ovejas tranquilamente en 500 hectáreas de terreno. Hollywood encontró allí el lugar ideal para montar su set de exteriores (y una auténtica máquina de hacer dinero tras el éxito de las películastodo hay que decirlo). Un trozo de la granja se ha convertdido en un auténtico poblado Hobbit, en el que todo ha sido cuidado hasta el más mínimo detalle, siguiendo los comentarios de los libros de Tolkien a la perfección; tanto, que a un peral le pusieron ciruelas, que una persona se encargó de tender la ropa cada día durante 15 días para que el día de rodaje se vieran las huellas como muestra de «vida real», o que hay casas hechas un 60% más pequeñas para que Gandalf pareciera enorme cuando pasara delante de ellas y poder mostrar así la diferencia de tamaño entre Frodo y Gandalf.

Una casa a escala 60% para las tomas con Gandalf

Casa de Sam

Granja Alexander

Casitas Hobbits

¿Intentamos un intercambio de casa?

Ese día fuimos Hobbits por unas horas. Incluso tomamos un tentempié en la posada del Dragón Verde (una recreación exacta; las escenas se filmaron en Wellington). Parecía que paseábamos por una avenida de Hollywood para ver donde vivían las estrellas de Hobbiton! «A su derecha la casa de Bilbo Bolsón y Frodo… A la izquierda, la casa de Sam…». Lo cierto es que el pequeño Hobbiton es como un pueblo de verdad en el que realmente esperas a que de repente algún Hobbit aparezca en el camino y te salude.

Pudimos entrar en un par de casas, pero obviamente os podéis imaginar que por dentro no hay nada; las escenas de interiores se rodaron en el plató de Wellington.

Casa de Bilbo y Frodo

Ya sintiéndose como un auténtico Hobbit en la posada

Comiendo algo en la posada

La única forma de visitar Hobbiton es con un tour guiado. Los hay prácticamente cada media hora: puedes reservarlos a través de la web o llegar y entrar en el primero que esté disponible (fácil en temporada media, como en nuestro caso). Desde la granja Alexander el guía os llevará en autocar por los terrenos de la propiedad, durante unos 5-10 minutos. La forma perfecta para iros metiendo en el papel. La visita guiada dura aproximadamente un par de horas e incluye media hora en la posada con un refresco gratuito. Durante el recorrido, el guía os contará anécdotas del rodaje, curiosidades de las casas y os ayudará a visualizar las escenas de las películas in situ.
Podéis llegar a Hobbiton en coche o reservar tour guiado y transfer desde Matamata o desde Rotorua. Más info en la web.

Y si tras la visita tenéis ganas de ser más Hobbits todavía, podéis haceros con uno de los anillos de oro (como el del Frodo) – eso sí a precio de tesoro!

No nos sienta mal la ropa Hobbit, no?

 

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