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Ruta por los pueblos más bonitos de Alsacia

Existe un lugar lleno de cigüeñas, viñedos y casas de colores. Un lugar con mucha historia y tradición, a caballo entre la cultura francesa y la germánica. Llevaros la cámara porque no pararéis de hacer fotos. ¡Bienvenidos a Alsacia

En noviembre del año pasado recibimos una propuesta para hacer un intercambio de casa, de una familia Alsaciana que quería pasar 10 días en Cataluña, y más concretamente, en nuestra casa en Olot. Wow. La Alsacia. Era uno de nuestros destinos en nuestra lista de «lugares a visitar en el futuro» así que ni nos lo planteamos y aceptamos rápidamente con mucho gusto.

La comunicación fue fácil y fluida y a pesar de que faltaban muchos meses, el día del viaje llegó. Y nos fuimos a la Alsacia sin haber leído nada ni preparado nada -últimamente, siempre viajamos así: improvisando día a día. No sabíamos ni siquiera si encontraríamos una gente que hablaba francés o alemán (o alsaciano?). Solo teníamos un listado de recomendaciones de nuestros partners de intercambio, con cosas que podíamos hacer y visitar durante nuestra estancia.

10 días más tarde, conocemos la Alsacia bastante mejor. Descubrimos un destino precioso, unos paisajes de desencaje de mandíbula, visitamos pueblos preciosos y degustamos algunas de las especialidades de la región: la tarte-flambée, los bretzels y los vinos alsacianos (omnipresentes en todo el paisaje, por cierto). Ahora sabemos que los alsacianos hablan mayoritariamente francés (y unos pocos saben el alsaciano que es un idioma anterior al alemán; una mezcla anglófona y germánica). Así que todos los nombres germánicos del mapa, hay que leerlos «a la francesa».

Ordenados de sur a norte, estos son para mí los pueblos más bonitos de Alsacia. MUY RECOMENDABLE hacer la «ruta del vino de Alsacia« que pasa por carreteras secundarias que unen los pueblos. Así, veréis el paisaje de viñedos, iréis despacio para saborear cada foto y descubriréis pueblos con encanto a cada paso. La ruta es muy fácil de seguir ya que hay indicaciones constantemente.  En su página web oficial veréis un mapa de la ruta entera.

Nota al lector: Estos son los pueblos que visitamos durante nuestra ruta de una semana. Tened en cuenta que estábamos alojados en Mittelbergheim (al lado de Barr) y que íbamos con una bebé de 22 meses, por lo que no podíamos estar todo el día visitando pueblos y teníamos que combinarlo con planes que para ella fueran más «divertidos». Seguro que hay más pueblos bonitos pero de esos no puedo hablaros. Como siempre, yo os comparto lo que conozco y lo que hicimos nosotros. Ojalá que os ayude a planificar vuestra ruta por la Alsacia!

Colmar

La «gran ciudad» (más allá de Estrasburgo) es de visita obligada. Aunque no fue lo que más me gustó (prefiero pueblos pequeños y menos turísticos), hay que pasar al menos medio día en Colmar. Y seguramente con ese medio día tengáis suficiente porque no es demasiado grande. El centro turístico se visita andando en un par de horas. Encontraréis mucha animación, tiendas con aparadores preciosos, balcones llenos de flores y un pequeño canal por donde pasean barcas al más puro estilo de Brujas (aunque nada que ver; porque en Colmar el tramo de canales es realmente muy pequeño).

Nosotros fuimos un domingo y pudimos aparcar en la zona azul (gratuita en domingo) de la avenida de Champ de Mars, a 5 minutos andando de la zona de los canales.

Si queréis hacer un paseo en barca por Colmar, hay dos compañíasuna sale del embarcadero que hay bajo el puente de la rue des Écoles y la otra del puente de la rue Turenne (el siguiente, hacia la izquierda, hacia el final/principio de la zona turística). Mi recomendación es que vayáis al puente de Turenne porque allí al menos hay una persona de la empresa que os informa del siguiente tour y os vende los billetes. En la rue des Écoles estuvimos esperando unos 20 minutos haciendo cola y nada: no paró ninguna barca y tampoco nos informaron. Los tours duran 30 minutos y -sinceramente- os lo podéis ahorrar, a menos que realmente os apetezca o vayáis con una bebé que insista en subir 😉

Para comer, la mayoría de restaurantes están en los alrededores de la plaza «2 de Février».

Kaysersberg

Recientemente, en junio 2017, los franceses eligieron Kaysersberg como su «pueblo favorito» (podéis leer más en esta noticia de Paris Match). Y no me extraña, ¡es realmente precioso! Aunque en verano suele llenarse de gente, el día que pasamos por allí se paseaba muy bien y lo disfrutamos mucho.

No pararéis de hacer fotos. En el pueblo descubriréis tiendas de cerámica alsaciana, un río muy bonito y casas decoradas de una forma encantadora. Paseando, descubrimos un pequeño restaurante que nos gustó especialmente. Y aunque no entramos porque eran las 17h de la tarde, nos lo apuntamos para otro día: Restaurant le Caveau (2 rue de Pairis). Fuera tenían un cartel que ponía «no estamos en la calle principal pero sabemos cocinar muy bien» 😉 Podéis ver opiniones en TripAdvisor.

Ribeauvillé

Ribeauvillé fue otro de los pueblos que más nos gustaron y creo que el primero que visitamos. Muy turístico en verano, pero merece mucho la pena dar un paseo. A lo largo de su calle principal encontraréis tiendas de souvenirs, pastelerías que huelen a 10km de distancia y mil casas de colores.

Hunawihr

Muy cerca de Kaysersberg y Ribeauvillé están Riquewihr y Hunawihr. No visitamos ninguno de los dos por falta de tiempo pero seguro que merecen una parada. Por Hunawihr pasamos de casualidad, de camino a Naturoparc (parque de cigüeñas) y su paisaje nos pareció realmente precioso.

 

Dambach-La-Ville

Dambach-La-Ville es uno de esos pueblos típicos-típicos pero sin turistas. Por no tener, apenas tiene tiendas, hoteles o restaurantes – en comparación con los pueblos vecinos orientados al turismo. Pero si os apetece pasear por un pueblo más auténtico, más local y más alejado de las «masas guiris», no os lo perdáis. Además, está situado en un paraje de viñedos realmente precioso. La ruta por carretera (siempre en la «Ruta del Vino», que va por carreteras secundarias) es una delicia para la vista.

Andlau – Le Hohwald

Andlau es un pueblito encantador, situado al pie de la montaña de Le Hohwald. Estuvimos en Andlau de pasada pero nos pareció precioso. Muy tranquilo pero a su vez turístico. Le Hohwald también merece una visita. Es un pueblo de montaña, genial para los días calurosos y para estirar las piernas con alguna de sus múltiples opciones para el senderismo. Como opción fácil: la excursión a la cascada de Le Hohwald. Podéis llegar en coche hasta el parking y andar 10 minutos (sube un poco) . O bien hacer la excursión entera (1h30m) desde el centro de Le Hohwald. Para llegar a Le Hohwald, tenéis que ir hasta Andlau y seguir las indicaciones.

Mittelbergheim

Mittelbergheim es un pueblo chiquitín (500 habitantes) que por su arquitectura y su paisaje se ha ganado el premio a estar clasificado entre los pueblos más bonitos de Francia. Es una clasificación hecha por una organización en Francia («Les Plus Beaux Villages de France«) que elige pueblos pequeños, auténticos, que tienen un interés cultural y que guardan una misma arquitectura que los hace únicos. En «Mittel» (como lo llaman los locales) encontraréis todo esto y además veréis un paisaje de viñedos precioso.

A este pueblo le tenemos especial cariño porque fue nuestra casa durante esos días de viaje. La casa de intercambio en la que estuvimos alojados 10 días gratis (a cambio de nuestra casa en Cataluña) estaba aquí – recomendamos la comunidad de intercambio de casas HomeExchange. Fue genial poder ir de turisteo cada día y volver cada tarde «a casa», a nuestro pueblo tranquilo, sin turistas, sin autobuses y lleno de encanto. Además, tuvimos la suerte de ir en época escolar y la escuela infantil del pueblo (situada delante de casa) cada día a las 16h dejaba todos los vehículos fuera para que los niños del pueblo pudieran jugar. ¡A nuestra peque le encantó!

Viñedos Rieffel con André Riefel

En Mittel también tenéis un museo vinícola interesante y una visita con degustación incluida a las bodegas Rieffel, que son propiedad de nuestros partners de intercambio. Allí, quien más, quien menos tiene viñedos y se dedica al vino. Pudimos visitar la bodega Rieffel, los viñedos (con incursión de un pequeño ciervo incluida) y hacer una degustación de los vinos con André y Andrée, los «abuelos» de la familia. Ellos ya están jubilados pero siguen en el meollo por pasión y amor al vino. Si os apetece una visita a una bodega alsaciana, más que recomendable hacerla en Rieffel con ellos 🙂 No hablan español pero son encantadores. Dirección: 11, rue Principale, Mittelbergheim.

Barr

A 1km de Mittelbergheim encontraréis Barr, otro de nuestros pueblos de Alsacia favoritos. Precioso, quizás no tan turístico como Kaysersberg o Ribeauvillé, y muy encantador. Hacen mercado los sábados por la mañana. Nos enamoraron sus banderolas al estilo hipster.  ¡No os lo perdáis!

Boersch

Siguiendo la ruta del vino, llegamos hasta Boersch (pasando por Ottrott) y el pueblo nos pareció realmente bonito. Ya no nos paramos porque decidimos regresar ya a casa pero es un pueblo típico-típico con unas puertas preciosas y un centro histórico muy cuidado.


 

Aquí, un resumen de los pueblos citados, situados geográficamente en el mapa:

 

Apuntes finales sobre Alsacia

  1. Si os gusta el cicloturismo, la Alsacia es un destino ideal para ello. La ruta del vino de Alsacia se puede hacer tanto en coche como en bicicleta. Cuentan con muchos carriles bicis y carreteras secundarias y durante nuestro viaje vimos algunos grupos de cicloturistas con bicis eléctricas. Hay hoteles en práticamente cada pueblo, así que se pueden hacer muy cómodamente en varias etapas. No hay grandes subidas pero sí que el terreno está lleno de pequeñas colinas (como en la Toscana o la Rioja).
  2. Si vais en autocaravana, hay campings/aparcamientos de caravanas habilitados a las afueras de muchos pueblos. Así que también es buena opción.
  3. Alsacia es el país de las cigüeñas. Las vais a ver por todos lados, en libertad! En los pueblos, alzad la vista hacia los tejados y campanarios y allí encontraréis nidos enormes con cigüeñas admirando las vistas. También las veréis en libertad en los campos de cultivo. Alsacia ha reintroducido las cigüeñas en los últimos años.
  4. En verano hay muchas fiestas y mercados en algunos de los pueblos. ¡No os los perdáis! En Mittelbergheim, por ejemplo, hay la fiesta del vino a finales de julio. Y también allí, cada miércoles de julio de 17h a 20h hay un «mercado local» que más bien es una fiesta/cena con los habitantes del pueblo. Van al mercado y compran carnes que pueden cocinar en una barbacoa habilitada allí mismo. También hay tartes-flambés, bretzels y otras especialidades. Se llama «Marché du Terroir». 
  5. La Tarte-Flambée es una especie de pizza muy fina pero hecha con la base de queso fresco. Encima echan bacon, cebolla y queso (y otros ingredientes si queréis), aunque también hay tartes-flambées de postres (con frutas). Tuvimos la suerte de ver cómo se hacen y comérnoslas en casa de Aurélie y su familia, que también son socios de HomeExchange y nos invitaron a comer en su casa.
  6. Si hace calor y os apetece un baño, el Lago Benfeld es ideal. Hay una playa con arena y una zona de baño perfecta para refrescarse. Se paga 1,5€ por persona. Hay vestuarios y se permite el picnic.
  7. Si viajáis con niños, no os perdáis el otro artículo para visitar Alsacia con niños con 13 planes divertidos para hacer con ellos.

 

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