Londres es una ciudad enormemente grande. Las distancias son muy largas y hay muchísimas cosas para hacer: las hay para todos los gustos y estilos de música. El pasado fin de semana el planing nos quedó redondo, por lo que me animo a contároslo con el fin que algún día alguno de vosotros decidirá escaparse a Londres y se inspirará en este post para saber qué no debe perderse.

¿Qué ver y qué hacer en Londres?

Día 1. LLEGADA

Tras salir del aeopuerto y llegar al hotel, puedes pasearte por el centro. Los edificios más emblemáticos están todos a «walking distance» los unos de los otros. Además, entre foto y foto verás las postales más típicas del Londres que todos conocemos: las cabinas telefónicas,los buses de 2 pisos, los taxis negros y los buzones rojos. Aunque depende de donde tengas el hotel situado, puedes empezar la ruta desde Westminster Abbey.

Al lado verás ya el Big Ben y al otro lado del río, el London Eye. Los que se han subido dicen que vale mucho la pena. Ten en cuenta que cuesta unos 25 libras y que habitualmente hay mucha cola. Por eso, comprar las entradas con antelación puede ahorrarte mucho tiempo. Por otro lado, algo que también puede estar bien es subir al nuevo edificio más alto de Londres, el Shad (de forma triangular). Cuando fuimos, no existía pero sin duda los que han estado dicen que desde arriba la vista de la ciudad es completamente espectacular. Desde allí se sacan muy buenas panorámicas de la ciudad y principales iconos londinenses.

Si eres de los que te gusta andar y ver callecitas, sigue andando hacia las Casas del Parlamento. Pasarás por delante de Downing Street, donde vive el Primer Ministro. Puedes pasar de largo si quieres, ya que tan sólo te dejarán hacer fotos desde la verja… Sigue andando hacia Trafalgar Square, la plaza de los leones. En un lado de la plaza verás la National Portrait Gallery. Desde Trafalgar hay una calle que sube directa a Picadilly Circus, la Time’s Square de Londres.

Entre Picadilly y Leicester Square se concentran la mayor parte de los Teatros del West End de Londres así como bares y restaurantes musicales con mucho ambiente (turístico) de noche. Si todavía no tienes tickets para ver un musical, puedes comprarlos en Leicester Sq. en TKTS donde tienen tickets con descuento para el mismo día de la función. El problema es que puede que para el musical que quieres ver, ya no queden. Si eres más previsor, y no quieres quedarte sin entrada, puedes comprarlas con antelación por internet. Nosotros fuimos a ver The Lion King (El Rey Leon). Súper recomendable!! Hakuna Matata, Hakuna Matata, Hakuna Matata…

Si después del musical todavía tienes ganas de marcha, déjate caer por Covent Garden para tomar algo. Siempre hay mucho ambiente incluso gente tocando en la calle. Y si tienes hambre, cerca de Covent Garden, en el Soho,  hay un resturante de comida japonesa buenísimo que se llama Wagamama donde por menos de 10 pounds comerás riquísimos y enormes boles de fideos!

Si quieres volver en metro al hotel ten en cuenta que el Underground cierra a las 12. Sino, siempre puedes coger un autobús de 2 pisos y ver London de noche! ;D Algo que os puedo venir muy bien es comprar el London Pass especial para 1 ó 2 días, con descuentos para visitar las atracciones principales y ahorrar tiempo y colas.

Día 2. PARQUES Y MERCADOS

Como el día anterior ya has hecho todo lo «turístico» ya puedes dedicarte a un Londres más alejado de los guiris pero no por eso menos bonito. En Londres a parte del Hyde Park hay otros muchos parques para pasear y disfrutar de un picnic (si el tiempo acompaña). En Greenwich (parque por donde pasa el meridiano) también disfrutarás de unas buenas vistas de Londres y aprenderás (por fin!) cuánto es una yarda o una pulgada, entre otras cosas. De vuelta, pásate por el mercado de Greenwich: podrás comprar bonitos souvenirs y comer algo exótico por pocos pounds.

Por la tarde tienes dos opciones: Camden Town o Portobello. Ambas opciones son mercados, pero los dos muy diferentes. Para muchos, Camden es la realidad Londinense, donde encontrarás lo que nunca en otra parte has visto. Todo lo que busques, estará en Camden. Y es que ese mercado es inmenso y cubre una gran cantidad de estilos distintos. Encontrarás souvenirs, ropa, música, comida de todos los países, e incluso una tienda hyper freaky de ropa y accesorios robóticos-tecno-futurísticos. Si lo tuyo son las comedias románticas y la tranquilidad de una taza de té, entonces quizás prefieras pasearte más tranquilamente por Notting Hill donde tiene lugar el mercado de Portobello, que el sábado alcanza su máximo esplendor. Las calles de Notting Hill se llenan de paraditas donde también encontrarás de todo!

Si tu cuerpo aguanta, coge el metro y ves a dar una vuelta por la Tower of London. Al atardecer las fotos allí suelen quedar francamente bien. Cruza el puente andando, verás vistas maravillosas de la llamada City de Londres (la zona más business donde se encuentra el «pirulo» -tipo Torre Agbar de Barcelona- de Norman Foster).

Por la noche, puedes salir por Liverpool Street, donde encontrarás la juventud Londinense en estado ebrio.

Día 3. MEDIO DÍA EN LONDRES Y VUELTA A CASA

Tras 48 horas en Londres quizás ya estarás un poco cansado de andar por la izquierda, no saber donde mirar cuando cruzas una calle u oler una mezcla rara de comida india con fish & chips por todas las calles…Así que tómate un día de relax.

Puedes empezar por ver un museo. Muy recomendable el de Historia Natural, donde están los dinosaurios y donde, si eres curioso, podrías pasarte horas enteras viendo y leyendo. No obstante, si hace buen día, pasa rápido el museo (que por cierto está en un edificio precioso) y luego ve al Hyde Park. Puedes pasear un rato por allí o incluso tumbarte en la hierba si hace sol (aunque parezca mentira, en Londres también sale el sol!), pero no dejes de pasarte un momento por el Speaker’s Corner, el lugar de los chiflados que tienen algo que decir. Desde mil ochocientos no sé qué los londinenses que quieren explicar algo a la sociedad (sea de política, fútbol o de lo que van a hacer mañana) se van al Spearker’s Corner, se suben a una silla y lo gritan a viva voz. Quienes pasan por ahí les escuchan o se ríen de ellos, pero sin duda es un lugar curioso.

Y ya poco tiempo más te queda. Sé previsor y vete al aeropuerto con mucha antelación. Y si puedes, coge el TREN en vez del bus (nunca sabes cuando puedes quedarte atrapado en un «traffic jam»)

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