15 intercambios de casa y seguimos sumando

Cuando nos apuntamos a HomeExchange.com en abril de 2011, nuestra única preocupación era poder hacer un intercambio en Italia ese verano. Pero tras esas vacaciones en el Lago di Garda, desayunando en la terraza y recorriendo Italia a nuestro aire, supimos que repetiríamos la fórmula muchas más veces. Y aquí estamos, 15 intercambios más tarde.

Se cumplen seis años desde que nos apuntamos y son ya 15 intercambios. Un milestone que me saca una sonrisilla de satisfacción porque en la comunidad HomeExchange, los 15 intercambios te sitúan en la élite de los «HomeExchanger experimentados». Olé nosotros!

Como se indica en nuestro perfil de la plataforma HomeExchange, estos 15 intercambios han significado 184 días viajando, casi 67.000 kilómetros recorridos y 9 países visitados. Todo ello de forma gratuita, por el simple hecho de aceptar compartir nuestra casa y nuestras cosas con otros viajeros. Ellos se alojan en nuestra casa y nosotros en la suya. ¿Para qué tener una segunda residencia fija si puedes irte de viaje cada año a muchas casas distintas?

Es muy difícil elegir cuál fue el mejor intercambio. Son muchas historias, muchos recuerdos y cada intercambio lo hemos vivido intensamente. Por eso, hoy dedico este post a los mejores recuerdos de nuestros 15 intercambios 🙂

1. LAGO DI GARDA, ITALIA

Dos semanas de agosto, temporada alta total, en un pueblecito del Lago Di Garda. Esperamos a los partners de intercambio en nuestro piso en Barcelona. Estábamos muy nerviosos el día de su llegada. Escondimos nuestras fotos y álbumes y luego nos arrepentimos. La familia Bozzoni tenía dos niños y desde luego «no nos iban a robar nada» (uno de los temores generales del primer intercambio….). Llegaron en un mercedes, repeinados y con camisa. Chapurreando italiano, nos entendimos, charlamos e intercambiamos las llaves. Al día siguiente salimos nosotros en coche para Italia. Cuando llegamos a su segunda residencia en el Lago di Garda, vimos que ellos habían confiado plenamente en nosotros. Sus fotos familiares estaban a la vista igual que todos sus recuerdos. Y eso precisamente nos hizo sentir más en casa que nunca.

Nuestra casita con jardín y piscina comunitaria fue el campamento base ideal para descubrir el norte de Italia en coche durante 2 semanas. Estuvimos cómodos, disfrutamos muchísimo, fuimos a nuestro ritmo y nos convencimos (nosotros y mis padres) de que esta era una forma estupenda de viajar.

2. AVIGNON, FRANCIA

Avignon place de l'horloge

Llegaron las Navidades y teníamos ganas de pasar 3-4 días fuera, para empezar el nuevo año. Problema: los vuelos estaban carísimos, era ya día 26 de Diciembre (íbamos tarde) y los hoteles con precios desorbitados. Pensamos: ¿Y si probamos con lanzar una propuesta de último minuto para un intercambio de casa? Por soñar, no pasaba nada. Hice una búsqueda muy rápida y mandé propuestas de intercambio a una cincuentena de casas que estaban a menos de 4h en coche de Barcelona. ¡Y sonó la flauta! Dos días más tarde, la familia Moussière nos decía que sí, que tenían 3 niños aburridos en casa (de vacaciones) y que Barcelona les encantaba. Hicimos las maletas y preparamos la casa para recibirles; el día 1 de enero nos íbamos para Avignon y ellos a Barcelona.

Lo mejor: su piso era un ático de 200m2 de diseño, situado en la plaza central de Avignon. WOW! Era tan grande para nosotros dos que cerramos puertas para no tener que limpiar más de la cuenta. Lo peor: me torcí el tobillo el primer día de viaje y me recomendaron «reposo»; así que la escapada no fue exactamente lo que esperábamos pero precisamente por estar en una casa y no en un hotel, fue mucho más llevadero 🙂

3. MARIBOR, ESLOVENIA

bike tours maribor

El año 2012, Maribor era la capital de la cultura europea y  sumado a nuestras ganas de descubrir Eslovenia, hicieron que aceptáramos la propuesta que nos llegó de una familia con dos niños para un intercambio no-simultáneo. Ellos vendrían durante Semana Santa (nosotros estaríamos a caballo entre casa de mis padres y el pueblo). Nosotros iríamos en verano. En este intercambio nos sentimos muy bien acogidos. Al ser no-simultáneo pudimos quedar con ellos tanto en Barcelona como en Eslovenia. De hecho, en Eslovenia, la hermana de nuestra partner de intercambio (misma edad que nosotros) nos hizo de guía un par de días y nos dejó quedarnos a dormir en su estudio en Ljiubljana para que pudiéramos ver la ciudad tranquilamente.

4. LA RIOJA, ESPAÑA

ruta en bici rioja briones

En septiembre, aprovechando un blogtrip a la Rioja Alavesa, conseguimos un intercambio (de nuevo, no-simultáneo) con una familia con hijas ya adolescentes/mayores. Los dos tele-trabajábamos ya en esa época así que ahí empezamos a practicar lo que sería nuestra filosofía de vida durante los próximos años: trabajábamos medio día y el otro medio salíamos a hacer turismo por la zona; lo que en la Rioja significa: dar paseos en bici, visitar bodegas, probar vinos y comer bien. ¿Nada mal, no?

(4+1. AVIGNON, FRANCIA)

En Navidades de ese mismo año los Moussière volvieron a contactarnos. Querían volver a Barcelona para fin de año y nos preguntaban si nos interesaba. Nosotros ya teníamos planes para fin de año, pero aceptaron hacer un intercambio no-simultáneo para que fuéramos el verano siguiente. Y, al final, no fuimos nosotros sino mis padres con unos amigos. ¡Y claro ellos la mar de contentos!

5. NUEVA YORK (BROOKLYN)

En 2013 nos casamos y pronto decidimos que nuestra luna de miel sería una vuelta al mundo. Seguíamos trabajando de forma remota por lo que podíamos «escaparnos» varios meses sin cambiar mucho de nuestra vida. Si podíamos trabajar desde nuestro piso en Barcelona también podríamos trabajar desde un piso en Nueva York, no? Los intercambios de casa fueron la única opción viable para llevar a cabo el plan. Diseñamos una ruta que nos permitiera pasar un mes en cada destino y donde hubieran suficientes casas de intercambio para tener más opciones.

Nuestro viaje por el mundo empezó a finales de agosto de 2013. Primera parada: 15 días en Brooklyn, Nueva York, viviendo un sueño. Un piso precioso, cerca de Park Slope (el Central Park de Brooklyn) que era de una catalana que vivía allí con su marido americano e hijo de 4 años. Volvían cada verano a Barcelona para ver a la familia y nuestra propuesta les fue perfecta.

De nuevo, poníamos en práctica el tele-trabajo viajando: por la mañana trabajábamos y por la tarde salíamos a descubrir (o mejor dicho «a vivir») Nueva York.

6. NUEVA YORK (MANHATTAN)

Conseguir un mes en Nueva York es MUY difícil porque los americanos no tienen tantas vacaciones así que tuvimos que dividir nuestro mes en Nueva York entre dos intercambios. De hecho, ya de por sí, conseguir un intercambio de casa en Nueva York es MUUUY difícil (incluso viviendo en Barcelona). Estos de NYC fueron los intercambios que más nos han costado conseguir. Creo que mandé más de 400 propuestas para conseguir estos dos — ¡menos mal que fueron dos buenísimos! 🙂

En este segundo intercambio de casa en Nueva York estuvimos alojados en el corazón del Upper East Side, a cinco calles de Central Park. En un 17º piso con vistas a Manhattan y con un terrado (rooftop) comunitario espectacular al más puro estilo series americanas.

Ese mes en Nueva York, y sobre todo esos quince días en Manhattan, fueron como vivir como auténticos neoyorkinos (ricos), en casa de una pareja de jubilados entrañables con los que fuimos un día a comer y que incluso nos prestaron sus carnets del MOMA para que no pagáramos entradas.

7. MELBOURNE, AUSTRALIA

Cruzamos el Pacífico y la línea del tiempo para llegar a Melbourne, Australia, y pasar allí otro mes entero de intercambio. Obviamente, también nos cogimos unos días para hacer escapadas por Australia y visitar otros lugares del país. Viviendo en el país más feliz del mundo, se nos subió la felicidad a la cabeza y nuestro presupuesto se fue por lo alto. Menos mal que con el alojamiento gratuito y las comidas en casa pudimos aguantar bien!

En Melbourne intercambiamos con una pareja mayor, casi jubilados. Nos vinieron a buscar al aeropuerto (de agradecer después de un vuelo de 22h y el cambio de jetlag más grande que hayamos jamás vivido) y pasamos ese día juntos. Luego, ellos tomaron su vuelo a Barcelona.

8. WACKWORTH, NUEVA ZELANDA

Y seguimos siendo muy felices en Nueva Zelanda. Tras un roadtrip por la isla sur, volamos a la isla norte – a Wackworth, al norte de Auckland, para intercambiar casa con Margaret y su esposo. Dos jubilados vividores con ganas de descubrir Barcelona. Curiosamente, este fue el intercambio más fácil de encontrar. En dos días, y mandando solo 4 emails, dimos con el «sí quiero» de Margaret. Lo acordamos prácticamente con un año de antelación y estuvimos todo el año intercambiando emails, llamadas por skype, fotos e ideas para nuestras respectivas visitas. Aunque no coincidimos en persona con Margaret, al entrar en su casa fue como si la conociéramos de siempre.

9. KO SAMUI, TAILANDIA

Tailandia ha sido la única vez cuando nos han cancelado un intercambio antes de ir. El chico con quien habíamos acordado un intercambio en Phuket nos dijo dos meses antes que no podía alojarnos, que había vendido la casa (¿¿¿COMO???) así que lanzamos muchos correos masivos para intentar encontrar algo. Y por suerte salió a los pocos días… Aunque hasta que no llegamos a la casa y se abrió la puerta no tuvimos la certeza de que nos fueran a cancelar otra vez… Esta vez también salió bien y aunque es el intercambio con el que menos hemos hablado con nuestro partner (y poco sabíamos de él), estuvimos de lujo (nunca mejor dicho) en un resort lujoso de la isla de Ko Samui. Él era el dueño del resort y tenía allí una de las casas en propiedad que utilizaba para alquiler, intercambios de casa y supongo para ir él de vez en cuando. La verdad es que él nunca vino a Barcelona; aceptó el intercambio porque sí, y nunca hemos sabido nada más de él.

Durante dos semanas fuimos ricos occidentales viviendo en Ko Samui. Piscina privada en casa, acceso gratuito a las demás piscinas del resort y un duplex moderno con vistas al mar. Una experiencia espectacular, pero sin duda nos quedamos con casas más sencillas en las que nos hemos sentido más «integrados» 😛

10. LA TOSCANA

intercambio de casa en la toscana

Mientras estábamos de viaje en Tailandia nos llegó «la propuesta» tan esperada. Dos años más tarde de habernos inscrito a HomeExchange.com, llegaba por fin el intercambio esperado con la Toscana. Una pareja quería venir a Barcelona para el Puente de Diciembre para visitar a su hija que estaba de Erasmus todo un año. Y nos decían que podían hacer un intercambio no-simultáneo. ¡Creo que no tardé ni un minuto en aceptarla! Ellos vinieron mientras nosotros estábamos en Tailandia y también acordamos que vinieran otro fin de semana durante el año. Nosotros fuimos con mis padres, hermano y cuñada en junio del año siguiente. Y fue uno de los mejores intercambios que hemos hecho. Vivíamos en la planta inferior de su casa (un molino reformado) y ellos vivían en la planta superior. Nos hicimos amigos, comimos juntos y nos recomendaron sitios chulos. Disfrutamos de la Toscana auténtica, entre viñedos, y lejos de las aglomeraciones.

(10+1. ESTOCOLMO)

Y mientras estábamos en la Toscana recibí una petición de una familia sueca a quienes (también) les habían cancelado en el último momento. Pudimos cuadrar el calendario y les alojamos en nuestra casa -devolviendo el favor del karma universal que nos hicieron a nosotros en Tailandia. Aunque Estocolmo es un lugar que siempre apetece, todavía no hemos ido – y han pasado 3 años. Seguimos en contacto con ellos y nos han dicho varias veces que cuando queramos ir, seremos muy bienvenidos.

11. DINAMARCA

Hubo un parón de intercambios durante más de un año y por fin volvimos a la carga. En Dimarca (julio 2016) fuimos ya con nuestra hija (de 11 meses entonces) y re-descubrimos la comodidad de los intercambios de casa cuando viajas con niños. Ya estábamos más que convencidos de esta forma de viajar pero al ir con nuestra hija vimos las enormes ventajas para las familias con niños pequeños. ¡Qué bien estuvimos los tres! Allí nuestra hija nos demostró que es una todo-terreno viajando y pudimos seguir fácilmente sus rutinas gracias a estar «en casa». Y además, disfrutamos de un enorme jardín con colchón elástico, nos dejaron gratis su coche con silla de bebé incluida y un montón de juguetes para la peque.

12. PARÍS

Para el Fin de Año 2016-17 teníamos vacaciones y nos apetecía irnos a algún sitio, otra vez los tres juntos. Nos daba un poco igual donde, mientras no fuera muy frío. Pensamos en París (entre otras opciones) y mandamos varias propuestas a familias con niños (y un poco a todo el mundo) a ver si salía algo. Sabía que sería difícil (Olot vs París, Fin de Año….) así que me dije a mí misma que si en una semana no salía nada, lo dejaba y nos quedábamos en casa. Por sorpresa mía, una familia parisina aceptó el intercambio con nosotros. Ellos buscaban sol y calorcito para sus niñas así que les pareció bien nuestra propuesta 🙂

En París pasamos más frío de lo que pensábamos, pero lo pasamos muy bien. Y nos fue muy bien tener una habitación entera de juegos y juguetes para pasar más ratos en casa, resguardados del frío.

13. TORREDEMBARRA, CATALUNYA

Este ha sido el intercambio más corto y más cercano que hemos hecho hasta la fecha: un fin de semana (2 noches) en una casa cerca de la playa, en Tarragona. Los intercambios de fin de semana son más pesados de preparar porque hay que dejar la casa limpia y preparada para que vengan los invitados, solo por dos noches. El esfuerzo no compensa mucho, pero este intercambio salió fácil y aceptamos con gusto 🙂 Fue una forma de pasar un fin de semana en la playa en primavera y de salir de nuestra rutina sin demasiadas complicaciones. Para hacer los trámites logísticos más ágiles, acordamos con los partners de intercambio que dejaríamos desayuno y comida para los dos días y así nos ahorrábamos tener que pasar por el supermercado. Fue llegar a la nueva casa y seguir con nuestra vida habitual «lejos de casa».

14. MALLORCA

Mis padres cumplían 40 años de casados ahora en 2017 y querían invitarnos a un viaje,  los 7 juntos (6 adultos y la niña). Pensamos que las Baleares serían un buen destino para ir en junio con la peque. Mandamos muchísimas propuestas (casi casi tantas como para Nueva York) a cualquiera de las islas y desde las dos casas que tenemos: la mía en Olot y el piso de mis padres en Barcelona. Cuando ya casi tirábamos la toalla, conseguimos un «sí quiero» de una pareja de Mallorca cuya hija está estudiando la carrera en Barcelona. Acordamos un intercambio no-simultáneo en el que nosotros íbamos 1 semana y ellos venían 2-3 fines de semana a lo largo del año para visitar a su hija.

Y nuestros partners Damià y Bel además resultaron ser un encanto: cuando estuvimos en su casa (2º residencia delante del mar, cerca de Campos) nos invitaron a cenar a su casa de Palma. Cuando ellos estuvieron en Barcelona, tuvieron una urgencia médica y alargamos su estancia para que estuvieran tranquilos y cómodos sin las prisas; ya tenían suficientes problemas, pobres. A veces, hacer un intercambio de casa es bueno para tener amigos y para tener más flexibilidad que en un hotel.

15. ALSACIA, FRANCIA

Y 10 días en Alsacia fue nuestro intercambio más reciente este julio 2017.  Nos contactaron ellos en otoño del año pasado y aceptamos rápidamente porque era una región que nos apetecía descubrir. Quedamos encantados con la casa, con la región y con todo. No conocimos a nuestros partners porque fue simultáneo pero nos dejaron -como suele ser habitual- un montón de delikatessen de la región para probar. Además nos recomendaron sitios chulos de Alsacia para ir con nuestra hija (de 2 años) y sus padres cenaron con nosotros en la «soirée» del pueblo donde todos los habitantes se reúnen fuera y cenan en la calle. Nos sentimos realmente integrados 🙂


 

Los intercambios de casa no son aptos para todos. Hay que ser valiente, abierto y viajero; y sobre todo, tener ganas de compartir, de conocer gente y de dejar que otros viajeros utilicen tus cosas (igual que tú usarás las suyas). Es para pocos, pero esos pocos somos inmensamente felices. Es más que una forma de viajar, es casi una forma de ver y vivir la vida.

¡Feliz «cumple intercambio» para mí y por muchos intercambios más! 

(y si os interesa el tema y queréis uniros a HomeExchange para empezar a realizar intercambios de casa por todo el mundo, haced click en este enlace)